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noviembre 14, 2024
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Cigarros de tabaco, un comercio que incrementa la economía del país

RDÉ DIGTIAL, SANTO DOMINGO.- El tabaco dominicano madura durante cinco años, a veces más, superando incluso los ocho años, desde su siembra hasta que las brasas del fuego encienden su esencia. Esa es, sin duda, una de las características más importantes de uno de los cigarros más famosos del mundo, que llega con el sello “hecho en RD”.

La industria tabacalera dominicana comenzó a desarrollarse en la década de 1970, coincidiendo con la creación de la zona franca. Hendrik Kelner, presidente de la Asociación de Productores de Cigarros (Procigar), recuerda que este evento atrajo a las empresas de tabaco que huían de las condiciones sociopolíticas y económicas en Cuba debido al embargo.

A pesar de haber sido pionera en la exportación de tabaco desde el siglo XVI, República Dominicana se mantuvo principalmente como proveedor de materias primas debido a la falta de demanda global de marcas de cigarros. Kelner explica que la presencia de marcas internacionales de cigarros en la década de los setenta impulsó la popularidad del cigarro dominicano.

“La estabilidad económica, la seguridad jurídica y la imagen positiva del país también contribuyeron a su ascenso en la escena mundial del tabaco”

Con la creación de Procigar en la década de 1990, la industria tabacalera experimentó un crecimiento significativo. En pocos años, las exportaciones de tabaco y derivados pasaron de US$70 millones a aproximadamente US$1,300 millones, y en 2022 representarán el 9,22% del total de las exportaciones de República Dominicana.

La tierra fértil para su producción es otra de las principales razones del auge de la industria tabacalera en el país. Según Carlos Fernández, dueño de Continental Cigars, existen alrededor de 32 regiones en todo el país con condiciones de suelo y clima distintas, lo que da como resultado al tabaco una personalidad distintiva y distintiva.

“La tripa natural se envuelve con otra hoja de cigarro que se llama capote y al cigarro se le da la terminación con la capa. ¿Cuál es la diferencia entre cada uno de ellos? La tripa es la parte del tabaco que los rellena, que le da forma. Ahí, en la tripa, es que se le agrega los sabores, las notas principales y el cuerpo del cigarro”, detalla Fernández.

La siembra y la calidad de la planta son ventajosas de acuerdo con la localidad. En Villa Gonzales, se produce la parte central conocida como “tripa”, la cual puede tener entre tres y ocho variedades de hojas. Las capas de cigarros se fabrican en Cotui, Bonao y Yamasa, mientras que los andullos se fabrican en Azua.

Según el Intabaco, existen alrededor de 3,167 productores en 13 regiones del país: Santiago, Valverde, Monte Cristi, Espaillat, Azua, La Vega, Santiago Rodríguez, Monseñor Nouel, Puerto Plata, Sánchez Ramírez, Monte Plata y San Juan y Elías Piña.

Aunque parece una tarea sencilla, la elaboración de un solo cigarro puede tomar hasta cinco años desde el momento en que se siembra hasta el producto final. En ese momento, puede pasar hasta por 350 manos, entre su elaboración, certificación, y encendido.

“La cantidad de manos que se han involucrado desde la semilla sobrepasa las 350 manos. Es uno de los pocos productos que son artesanales 100% y que requiere de la intervención de más de 350 hombres para lograr ese producto”

Las hojas de tabaco generalmente se guardan hasta cuatro años “reposando”. El proceso comienza con la siembra en septiembre, y al final de agosto se traslada al campo. Luego explican el proceso de corte y cosecha, que dura cinco meses, y luego secan las hojas en un rancho durante cuarenta y cincuenta a cincuenta días.

Continua fermentando las hojas en “trojas” para eliminar grasa y clorofila, destacando la necesidad de un proceso de siete meses que requiere un giro semanal continuo. Finalmente, describen cómo empaquetar y mantener las hojas en refrigeración durante al menos dos años. Esto explica la complejidad y el valor cultural del tabaco, un producto tan apreciado y delicado.

“El tabaco dominicano destaca por su calidad, por ser un producto artesanal, mayormente de manos y materia prima dominicanas, destacando por su cuidado especial en todas las etapas, cultivo, procesamiento, elaboración, y la experiencia en su degustación”.

Según Intabaco, se produjeron 733,804 quintales de tabaco entre 2020 y 2024, generando RD$4,930,112,734 en ingresos y afectando a 10,160 productores a nivel nacional. Durante ese lapso, se plantaron 342,884 hectáreas de tabaco.

A pesar de los esfuerzos del gobierno y la actual lucha contra la falsificación, Fernández considera que uno de los desafíos más importantes del sector es la ausencia de nuevos participantes en el sector. Fernández advirtió sobre una disminución en la cantidad de tierras disponibles para la siembra en los últimos años.

A pesar de que Mario E. Pujols, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (Aird), menciona algunas innovaciones destinadas a disminuir el riesgo y las pérdidas, Kelner destaca que la mayoría de los cosecheros de la zona son minifundistas con recursos limitados, lo que dificulta la implementación de prácticas innovadoras como la construcción de casas de curación y el uso de tecnologías modernas de cultivo y fumigación.

“Estas tecnologías, ya sea de calentamiento de tabaco o de vaporización de soluciones con nicotina, son productos que fortalecen el portafolio local, por lo que aplaudimos que cada uno de estos elementos sean considerados y reflejen nuestra visión desde la AIRD del crecimiento del sector de manera responsable y sostenible”

A pesar de los esfuerzos para implementar nuevas tecnologías, como el riego por goteo y la fumigación con drones, todavía hay obstáculos debido a las limitaciones económicas y culturales de los productores.

Pujols reconoce la importancia de mantener la promoción de la seguridad en la inversión, la cual consideró crucial. Es fundamental tener reglas claras que permitan a todos los sectores productivos mantener su confianza en el país y mantener los flujos de inversión que contribuyan a mejorar los índices económicos, afirmó.

Sin embargo, debido a la ubicación geográfica de República Dominicana, es esencial seguir expandiendo los mercados globales. “Especialmente nuestros vecinos del Caribe”, dijo.

¿Son los Cigarros 100% de origen dominicano?

El sello “hecho en RD” en la etiqueta del cigarro no implica que cada parte del producto final se produzca en República Dominicana. En realidad, Fernández afirmó que más del 50 % de los productos fabricados en el país están hechos con materiales importados, en particular tripa, capa y capote.

“En el caso de República Dominicana, nosotros no somos productores de capa, hay pocas empresas como que producen sus capas. Más del 90% de la capa que se utilizan en la industria tabacalera en República Dominicana son importadas principalmente de Ecuador”.

Según datos de la Dirección General de Aduanas, más de treinta países importen productos relacionados con el tabaco al país.

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