RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS (EFE).- La Administración del presidente Donald Trump ha intensificado las medidas de control migratorio en Estados Unidos mediante el despliegue de un mayor número de agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), en respuesta a lo que considera un ritmo insuficiente de detenciones, según informó Tom Homan, conocido como el “zar de la frontera”.
Durante una declaración ante la prensa en los jardines de la Casa Blanca, Homan confirmó un aumento “considerable” en los equipos destinados a operativos de arresto y seguimiento de inmigrantes indocumentados. “Prevemos un rápido aumento en el número de arrestos”, adelantó, en línea con las promesas de deportaciones masivas reiteradas por Trump y la secretaria del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Kristin Noem.
El nuevo enfoque operativo incluye una mayor presencia en las llamadas ciudades santuario, donde las autoridades locales suelen limitar la cooperación con los federales. “Vamos a inundarlas con más agentes, más operativos en vecindarios y centros de trabajo”, aseguró Homan. Según dijo, la intención es clara: aumentar la presión sobre jurisdicciones que han expresado desacuerdo con las políticas migratorias federales.
Arrestos recientes y salidas voluntarias
En paralelo, el DHS ha comenzado a aplicar una estrategia que permite realizar detenciones directamente en las cortes de inmigración. Esto ha generado preocupación entre defensores de los derechos de los migrantes, quienes denuncian que solicitantes de asilo han sido arrestados durante sus audiencias. Muchos de ellos ingresaron al país en los últimos dos años y ahora enfrentan procesos de deportación expedita.
Una de las operaciones más recientes se llevó a cabo el pasado martes en las exclusivas zonas de Martha’s Vineyard y Nantucket, donde ICE realizó alrededor de 40 arrestos con agentes enmascarados. Homan justificó la acción señalando que se prioriza la seguridad de los equipos federales. “No se trata de favorecer una zona sobre otra”, insistió.
Además de las detenciones forzadas para aumentar el control, cerca de 8,500 personas han optado por registrarse en la aplicación CBP Home para acogerse al proceso de salida voluntaria del país, como una alternativa al arresto y deportación inmediata.
Este nuevo ciclo de operativos migratorios se produce en un contexto electoral y político tenso, donde el tema migratorio sigue siendo central en la agenda republicana. Grupos de derechos humanos han comenzado a movilizarse para denunciar lo que consideran una “criminalización sistemática” de la migración.
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha emitido un comunicado oficial adicional, pero fuentes del DHS indican que los operativos continuarán a gran escala durante los próximos meses, como parte de lo que denominan una “fase intensiva de cumplimiento migratorio”.
