RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Latinoamérica entra en la carrera de la inteligencia artificial (IA) con Latam-GPT, un modelo “hecho en Latinoamérica para Latinoamérica”, que estará listo en agosto y que es resultado de la colaboración de más de 30 instituciones y 60 especialistas de la región.
“Latam-GPT es un esfuerzo que busca tres cosas. Busca el desarrollo de capacidades locales, soberanía y la mejora del entendimiento global de la inteligencia de América Latina para los modelos de inteligencia artificial”, explica a EFE Rodrigo Durán, Director Ejecutivo de CENIA (Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile), la institución privada sin ánimo de lucro que coordina el proyecto.
Su sello distintivo es su identidad latina, es decir, su base de datos que ha sido seleccionada por sus desarrolladores específicamente para que “hablen sobre América”.
De esa forma, el modelo IA podrá ofrecer soluciones para quienes busquen una alternativa a los modelos que son, fundamentalmente, anglosajones o eurocéntricos.
“El problema es que los datos sobre América Latina y el Caribe están subrepresentados”, continúa Durán, que considera que si bien el modelo no busca competir con sus “hermanos”, como GPT-4 o DeepSeek, Latam-GPT puede ser mejor para procesos con perspectiva y comprensión de la realidad regional.
Latam-GPT refleja el deseo regional de participar en un sector actualmente dominado por EE.UU. y China, aunque la herramienta difícilmente podrá competir por el liderazgo.
“Creo que el nivel de adaptación es alto, pero el nivel de desarrollo de nuevas herramientas, la investigación propiamente dicha y la falta de inversión por parte de los estados hace que América Latina esté muy por detrás”, explica a EFE Ulises Cortés, Catedrático de Inteligencia Artificial en la Universidad Politécnica de Cataluña y director del Grupo de Inteligencia Artificial de Alto Rendimiento del Barcelona Supercomputing Center.
Para Cortés, el problema es que no hay acuerdos políticos de una entidad suficiente para coordinar investigaciones conjuntas, no hay un “intercambio fluido” de investigadores ni se liberan los fondos necesarios.
“Hay unas diferencias económicas enormes, y cuando en un sitio hay una democracia, en el otro hay dictadura y eso lo hace muy complicado”, lamenta.
Rodrigo Durán (CENIA) añade que un número significativo de investigadores formados en Latinoamérica eligen desarrollar sus actividades en el extranjero, lo cual provoca una diáspora de talento.
Ambos expertos consideran que la región debe invertir en la investigación e impulsar la colaboración regional en la materia.
“América Latina tiene el potencial de ser partícipes mucho más activos y protagonistas en la orquesta global de inteligencia artificial. No somos una región que no tenga de dónde partir, pero tanto a nivel público como privado no hay un sentido de urgencia. En el mediano plazo, si no nos hacemos cargo, vamos a perder mucha competitividad”, advierte Durán.
Cortés rescata el caso de Brasil, que, bajo la batuta del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, ha relizado una inversión estratégica en IA, que “deja en ridículo a casi cualquier país europeo” y que, por lo tanto, puede ser un “efecto locomotor muy importante”.
No obstante los expertos coinciden en que es improbable que América Latina consiga competir en las “grandes ligas” de la IA, con EE.UU. o China.