RDÉ DIGITAL, HAITÍ.- La crisis de desplazamiento interno en Haití ha alcanzado niveles alarmantes, con más de un millón de personas obligadas a dejar sus hogares, principalmente a causa de la violencia armada en la zona metropolitana de la capital, según datos oficiales.
Durante una visita reciente a varios refugios temporales, periodistas del diario Le Nouvelliste documentaron las precarias condiciones en las que viven muchas familias afectadas.
En lugares como Delmas, Carrefour-Feuilles y Cité Soleil, decenas de personas relataron su lucha diaria por sobrevivir sin acceso adecuado a alimentos, agua potable o servicios médicos.
“Dormimos en el piso con los niños. No hay comida suficiente. No sabemos si mañana tendremos dónde quedarnos”, relató una mujer desplazada que se encuentra en un albergue improvisado en Delmas.
Refugios sin servicios básicos y desplazamientos múltiples
Muchos de los espacios habilitados como refugios carecen de servicios esenciales y se utilizan por largos períodos, sin una solución a la vista.
En numerosos casos, las familias han tenido que desplazarse más de una vez en los últimos meses debido a nuevos estallidos de violencia en las zonas donde intentaban rehacer sus vidas.
Organizaciones comunitarias advierten que la situación se agrava por la falta de visibilidad y recursos.
“No son refugiados internacionales. No cruzaron fronteras. Por eso no reciben la misma atención ni respaldo institucional”, afirmó un representante de una ONG que trabaja en zonas afectadas.
Llamado urgente a una respuesta humanitaria
Frente a esta situación, organismos internacionales han instado a coordinar una respuesta específica para atender a la población desplazada internamente.
Las recomendaciones incluyen la creación de mecanismos de protección, provisión de ayuda humanitaria inmediata y un plan nacional de asistencia liderado por las autoridades haitianas.
“Esto no es vivir. Es solo esperar que pase algo”, dijo una joven de 18 años desplazada desde Carrefour-Feuilles junto a su familia.
Hasta el momento, el gobierno haitiano no ha anunciado una estrategia clara de respuesta, lo que plantea un reto significativo para las organizaciones humanitarias que operan en el país.
La crisis del desplazamiento interno en Haití continúa creciendo en medio de un contexto de violencia, pobreza y ausencia de estructuras estatales eficaces, dejando a cientos de miles de personas en situación de extrema vulnerabilidad.