RDE DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La directora chilena Nayra Ilic debutó este viernes en el Festival de Tribeca con Cuerpo celeste, una película que explora la transición democrática de Chile a través de los ojos de una adolescente. La historia refleja un país en transformación y, al mismo tiempo, el paso a la adultez de su protagonista.
En la alfombra roja, Ilic explicó a EFE que la inspiración nació de una pregunta personal: “¿Qué pasa cuando las personas que queremos ya no están y qué sucede con los recuerdos que compartimos con ellas?”.
A partir de esa reflexión, la cineasta comenzó a rememorar su propia adolescencia. Creció durante la dictadura de Augusto Pinochet y vivió de cerca los cambios políticos que marcaron la transición democrática.
“Vivimos un cambio importante que hoy, 30 años después, podemos mirar con madurez. En ese entonces todo era visceral. No sabíamos hacia dónde nos llevaría”, recordó Ilic.
Celeste: una adolescente entre el duelo y la democracia
Con esa idea, Ilic creó a Celeste, una joven de 15 años que enfrenta el duelo por la pérdida de un ser querido justo al término de la dictadura. El personaje, interpretado por Helen Mrugalski, encarna los desafíos emocionales y sociales de un país en reconstrucción.
Además de dirigir, Ilic escribió el guion. En su relato, el luto se convierte en un canal para reflexionar sobre la memoria. “Cuando uno recuerda, puede volver a vivir la historia”, señaló la directora.
Daniela Ramírez, quien interpreta a Consuelo, la madre de Celeste, destacó la sensibilidad de la película. “Trata un tema profundo y humano. Pone el foco en una intimidad tan necesaria que hoy en día a veces falta”, dijo a EFE.
Una mirada femenina a la historia de Chile
Ilic subrayó la importancia de contar esta etapa desde una perspectiva femenina. “La historia de la transición siempre la han contado hombres. Me pareció vital narrarla desde una adolescente que también está cambiando”, explicó.
Atacama, símbolo del alma
El desierto de Atacama, en el norte de Chile, sirve como telón de fondo para Cuerpo celeste. La directora, originaria de esa región, eligió el paisaje por su carga simbólica.
“El desierto es un espacio abstracto y diverso, donde una puede descubrirse a sí misma. A través de ese entorno, se crea una imagen poética que habla del alma”, dijo Ilic.
Según la cineasta, Atacama permite conectar la vida interior de la protagonista con los rastros aún visibles de la dictadura. El paisaje se convierte en un espejo de los cambios personales y colectivos.
Reconocimiento internacional
Cuerpo celeste compite en la sección Narrativa Internacional del Festival de Tribeca. En septiembre pasado, el proyecto ya había sido premiado en el Festival de Cine de San Sebastián, donde recibió el EGEDA Platino Industria al Mejor Proyecto en Desarrollo Latinoamericano.