RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Los países del grupo BRICS concluyeron este pasado jueves su XVI cumbre en Kazán, Rusia, con un fuerte llamado a la búsqueda urgente de soluciones para la guerra en Gaza. Durante la reunión, la ONU recibió críticas por su inacción ante los ataques de Israel.
El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que «las acciones militares que estallaron hace un año en Gaza se han propagado al Líbano», advirtiendo que la situación coloca a Oriente Medio «al borde de una guerra a gran escala». Estimó en más de 40,000 las muertes en la Franja de Gaza, la mayoría de ellas civiles, y abogó por corregir la injusticia histórica que sufre el pueblo palestino, considerándolo «la garantía de la paz» en la región.
Consenso sobre Alto el Fuego.
El mandatario chino, Xi Jinping, también pidió un alto el fuego en Gaza durante su discurso ante los países del Sur global. «Es imperativo reiniciar la «solución de dos Estados» y evitar la propagación de la guerra en el Líbano», declaró. El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, se unió a estos llamados, subrayando la necesidad de una «solución duradera» para la crisis en Gaza.
El líder palestino, Mahmud Abás, presente en la cumbre, no dudó en calificar la situación en Gaza como «una guerra destructiva, genocidio y limpieza étnica». En presencia del secretario general de la ONU, António Guterres, Abás denunció que el pueblo palestino enfrenta la mayor catástrofe humanitaria desde 1948.
Horas después, en un encuentro con Putin, Abás agradeció a Rusia por su apoyo al pueblo palestino, reafirmando que este «jamás» abandonará Gaza ni Cisjordania.
Críticas a la ONU
Asistentes a la cumbre no escatimaron en críticas hacia la ONU por su incapacidad para frenar la guerra en Oriente Medio. El presidente iraní, Masud Pezeshkian, subrayó que «las instituciones y estructuras internacionales, encabezadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, no son capaces de apagar el fuego de esta crisis». El presidente venezolano, Nicolás Maduro, también coincidió en las críticas, afirmando que «cada vez que cae un misil sobre Gaza, se incendia y destruye el sistema de Naciones Unidas».
En medio de estas críticas, Guterres abogó por un «inmediato cese del fuego» en Gaza y por una paz duradera en todo el mundo, subrayando la necesidad de una distribución «efectiva» de ayuda humanitaria y de avanzar hacia la solución de los dos Estados.
Guterres extendió su llamado a la paz en Ucrania, enfatizando que es necesario alcanzar «una paz justa» conforme a la carta de la ONU y el derecho internacional. Putin, anfitrión de la cumbre, reconoció que todos los asistentes desean que el conflicto termine lo antes posible y, aunque se mostró abierto a negociaciones, destacó que estas deben tener en cuenta «la realidad sobre el terreno».
Con más de 200 eventos organizados durante su presidencia, Rusia cederá el testigo a Brasil, miembro fundador del grupo BRICS, creado en 2006.
