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David Koepp, el guionista de culto de Hollywood, regresó para revivir a los dinosaurios

RDÉ DIGITAL, HOLLYWOOD.-Un globo ocular, grande, amarillento y claramente inhumano, se mueve con agitación entre las rendijas de una caja de madera. Así comienza el guion de Jurassic Park (1993), escrito por David Koepp, uno de los guionistas más influyentes de Hollywood. Su estilo conciso y visualmente poderoso marcó el tono de una franquicia que sigue viva tres décadas después.

Koepp recuerda que, antes de comenzar a escribir, le preguntó a Steven Spielberg: “¿Cuáles son las limitaciones sobre lo que puedo escribir?”. La respuesta fue simple y ambiciosa: “Solo tu imaginación”.

A sus 62 años, oriundo de Pewaukee, Wisconsin, Koepp ha regresado al universo jurásico con Jurassic World: Rebirth, estrenada en cines el 2 de julio. Esta séptima entrega representa un nuevo comienzo para la saga, con un elenco renovado encabezado por Scarlett Johansson, Mahershala Ali y Jonathan Bailey, bajo la dirección de Gareth Edwards.

Koepp no participaba en la franquicia desde The Lost World: Jurassic Park (1997). En aquella época, el director Brian De Palma, con quien trabajó en Carlito’s Way y Mission: Impossible, lo apodó “el chico dinosaurio”. Desde entonces, Koepp se alejó de los reptiles prehistóricos hasta que Spielberg le pidió regresar. La única condición del guionista fue empezar desde cero.

“En la última entrega (Dominion, 2022), los dinosaurios estaban por todo el planeta. No sabía a dónde más ir con eso”, admite Koepp. Por eso, para Rebirth, propuso nueve principios rectores, inspirados en las reglas de Chuck Jones para los dibujos del Coyote y el Correcaminos. Entre ellos: “el humor es oxígeno” y “los dinosaurios son animales, no monstruos”.

Nueva película

La película sitúa la acción en una isla cercana al ecuador, donde los dinosaurios han migrado en busca de climas tropicales. La narrativa se mantiene fiel al espíritu original: un espacio contenido, lleno de tensión y ritmo, como en Jurassic Park.

Esta filosofía del “espacio limitado” ha definido gran parte de la carrera de Koepp. Desde Panic Room (2002) hasta Presence (2025), sus guiones se desarrollan en escenarios acotados y tiempos condensados. Incluso en películas de mayor escala como War of the Worlds, su enfoque se centra en historias íntimas, dentro de marcos complejos.

“Si cualquier persona puede aparecer en la historia y puede durar 130 años, ¿cómo empiezo siquiera? El mundo es demasiado grande”, dice Koepp. “Siempre he buscado botellas en las que poner el delicioso vino”.

Rebirth es su tercera película estrenada en 2025, junto a Presence y Black Bag, ambas dirigidas por Steven Soderbergh, su otro gran colaborador junto a Spielberg. Presence, vista desde el punto de vista de un fantasma, se desarrolla dentro de una casa familiar. Black Bag, mezcla drama marital con espionaje, centrado en una cena y una prueba de polígrafo. Ambas forman parte de una ágil trilogía que comenzó con Kimi (2022), ambientada en la pandemia.

Sobre Spielberg, Koepp destaca: “Está más enfocado que nunca. Me despertaba con 35 mensajes de texto suyos. Está completamente concentrado en su nueva película de ciencia ficción sin título, que me pidió escribir a partir de un tratamiento de 50 páginas”.

En el set de Rebirth, Gareth Edwards fue advertido por el propio Spielberg: “Si crees que fuimos difíciles, espera a conocer a David Koepp”. Pero la colaboración fluyó con rapidez, gracias a la afinidad cinematográfica entre ambos. Edwards destaca la capacidad de Koepp para escribir diálogos funcionales, temáticos y entretenidos en solo minutos. “Era como tener tu propio ChatGPT, pero realmente bueno escribiendo”.

A diferencia de muchas producciones actuales, Jurassic World: Rebirth solo lleva el crédito de Koepp en el guion. “Cuando tienes ocho o diez personas opinando, las probabilidades están en tu contra”, afirma. “Ninguno de nosotros es tan tonto como todos nosotros”.

El proceso de escritura fue tan intenso que Koepp pasó cinco meses sin un solo día libre, durante y después de la huelga de guionistas. “Puede que haya roto algo”, confiesa entre risas.

Sin embargo, esta etapa creativa consolidó a Koepp como un guionista aún en plena forma, capaz de mover dinosaurios, fantasmas y espías con soltura. Aunque aún persigue el guion perfecto cita Rosemary’s Baby y Jaws como modelos, su legado ya inspira nuevas generaciones. Como le dijo una clase de quinto grado tras Jurassic Park: “PD: cuando hagas la próxima, no hagas que tarde tanto en llegar a la isla”.

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