RDÉ DIGITAL, LOS ÁNGELES.- Demi Moore ha sido nombrada como la mujer más bella del mundo por la revista People, a sus 62 años, un reconocimiento que marca un hito en la representación de la belleza femenina en la madurez y que la actriz recibe con sabiduría, aceptación y una nueva relación con su cuerpo.
Aceptación y evolución personal
La protagonista de Ghost confesó que durante muchos años luchó con su imagen, al punto de “torturarse” y “castigarse” por no encajar en los estándares tradicionales de belleza. Sin embargo, hoy afirma haber alcanzado un equilibrio. “Ahora tengo una relación mucho más intuitiva y relajada con mi cuerpo”, reveló. “Confío cuando me dice que necesita comer, que tiene sed. Hoy escucho a mi cuerpo y tengo mucho menos miedo. De joven, sentía que mi cuerpo me traicionaba”.
Desde la niñez, Demi enfrentó desafíos físicos: a los cinco años vivió una etapa difícil debido a la ambliopía, una afección ocular que causa visión deficiente y desviación de un ojo. “Fue una etapa incómoda”, recordó la actriz, quien ha transformado esos momentos en aprendizajes de vida.
Moore explicó que actualmente basa su bienestar en una rutina equilibrada que incluye meditación y una alimentación rica en nutrientes, excluyendo la carne, aunque admite que se permite ciertos gustos como bebidas energizantes. Esta disciplina le ha permitido mantenerse activa y saludable, alejada de presiones estéticas superficiales.
Belleza con propósito
A lo largo de cuatro décadas en el cine, desde su debut en Choices (1981) hasta su reciente papel en The Substance, Demi Moore ha envejecido bajo los reflectores de Hollywood, y lo ha hecho con dignidad. Lejos de los filtros y la perfección digital, la actriz admite que aún tiene momentos de autocrítica, pero ya no se deja definir por ellos: “A veces me miro al espejo y digo ‘me veo vieja’ o ‘se me está cayendo la cara’. Pero lo acepto. Hoy sé que eso no determina mi valor ni quién soy”.
El reconocimiento de People no sólo celebra la belleza de Moore, sino también su evolución personal y la libertad de redefinir el envejecimiento femenino con autenticidad y amor propio.
Una inspiración atemporal.
El nuevo título no la encasilla: Demi Moore representa una belleza que trasciende el físico, una voz que alienta a otras mujeres a vivir su edad con orgullo. “Aprecio todo lo que mi cuerpo ha pasado y que me ha traído hasta aquí”, afirmó.
Moore continúa brillando, no sólo por su apariencia, sino por la luz que emana de una vida vivida con consciencia, resiliencia y autenticidad.
