RDÉ DIGITAL, HAITÍ (EFE).- Las protestas y la violencia continúan en Haití mientras desplazados y agentes policiales exigen acciones concretas contra las bandas armadas que controlan gran parte de la capital, Puerto Príncipe.
Este lunes, manifestantes en las zonas de Solino y Canapé-Vert levantaron barricadas en llamas y lanzaron piedras, denunciando la falta de respuesta del Gobierno para garantizar su retorno seguro a sus hogares.
Las movilizaciones provocaron atascos y obligaron a cerrar colegios y universidades ante el temor de nuevos enfrentamientos. En barrios como Fort National y Carrefour-Feuilles, los ataques de grupos armados han obligado a decenas de familias a huir, sumándose a la crisis humanitaria que enfrenta el país.
Mientras tanto, miembros del Sindicato de la Policía Nacional de Haití (SPNH-17) también alzaron su voz, protestando frente a las oficinas del primer ministro. Los agentes exigen recursos como vehículos blindados, lanchas, drones y helicópteros para hacer frente a las pandillas que continúan expandiendo su control territorial.
Las manifestaciones ocurrieron un día después de la muerte de un oficial keniano de la Fuerza Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) durante un operativo en Gran Griff, en el departamento de Artibonite. Su fallecimiento, el primero dentro del MSS, generó una reacción del Ministerio de Defensa haitiano, que expresó su consternación y reconoció el sacrificio del oficial.
A pesar de la presencia de esta fuerza internacional, la inseguridad sigue en aumento, con nuevas áreas de la capital bajo dominio de las bandas, lo que agrava la crisis política y humanitaria en Haití.
