RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El turismo náutico ha experimentado un aumento del 52% después de la pandemia de COVID-19. Según Sailwiz, una empresa emergente en España, las expectativas para las vacaciones en barcos compartidos se mantienen para 2023. República Dominicana aparece como un destino con un “enorme” potencial para el desarrollo del turismo náutico en este contexto.
Con una costa de alrededor de 1,288 kilómetros y sus islas cercanas, el país caribeño es un lugar ideal para hacer excursiones en velero, pesca deportiva y megayates exclusivos. Sin embargo, para que este potencial se desarrolle plenamente en la industria turística, se requiere una mayor inversión y promoción.
Juan Bancalari Brugal, presidente de la Asociación Dominicana de Marinas Deportivas y Clubes Náuticos (ADMC), y Ewald Heinsen Brown, tesorero, destacan la importancia del sector turístico en la economía del país al atraer a turistas de alto poder adquisitivo que requieren una amplia gama de servicios y productos.
“El turismo náutico tiene la ventaja de ampliar la oferta turística del ‘todo incluido’ y mejorar su calidad”, afirmó en entrevista a elDinero Bancalari. Destacó las múltiples opciones que ofrece República Dominicana, desde explorar la Zona Colonial y el Salto de Jarabacoa, en La Vega, hasta avistar ballenas en Samaná o disfrutar del golf en Punta Cana, entre otros.
Alrededor de 3,000 barcos (yates, megayates, “sportfish”, veleros-catamaranes y lanchas de tránsito) llegan al país cada año, lo que representa el 10% de las aproximadamente 30,000 embarcaciones que viajan por el Caribe durante la temporada alta, que ocurre en Europa y los Estados Unidos durante el invierno.
Según los expertos en navegación, duplicar ese 10% equivalería a un gasto promedio por embarcación de $1,500 por semana. Si se combina la oferta actual con el turismo de pesca deportiva en verano, el costo mensual sería de US$18 millones, mientras que los costos durante la temporada de cinco meses oscilan entre US$90 millones y US$100 millones, o cerca de US$150 millones.
“Solo una lancha de pesca, que vienen cuatro personas en ella, gasta hasta US$100,000 mensual”, ejemplifica Heinsen Brown. O sea, superior al gasto promedio mensual de un turista que pernocta en un hotel.
Se descubrió que el público objetivo de este tipo de actividades y vacaciones es muy diverso. Se mencionó que aquellos que llegan para practicar pesca deportiva suelen tener entre cuarenta y sesenta años, mientras que los que llegan en velero suelen tener entre cincuenta y sesenta años, aunque su familia tenga 25 años o menos.
Tanto Bancalari como Heinsen Brown coinciden en que las cifras del turismo náutico podrían aumentar significativamente en un contexto en el que el apoyo e inversión son considerados esenciales.
Para impulsar el desarrollo de esta industria, la Asociación Dominicana de Marinas lleva a cabo una serie de iniciativas de marketing, destacando su participación en eventos turísticos internacionales, tanto por sí sola como en colaboración con el Ministerio de Turismo (Mitur).
“El compromiso del Estado dominicano, encabezado por el presidente Luis Abinader y el Ministerio de Turismo, ha sido fundamental en la concienciación acerca de la importancia del turismo náutico. La creación de una comisión presidencial dedicada a la promoción de esta faceta turística subraya la relevancia que se le otorga a este sector”, enfatizó Bancalari.
A pesar de los avances, reconocieron la necesidad de adoptar una visión más amplia e incluyente que tome en cuenta tanto a los sectores públicos como privados para aumentar el turismo náutico. Heissen Brown enfatiza que satisfacer al visitante, proteger el entorno marino y fomentar el desarrollo sostenible son cruciales.
“La implementación de medidas como la instalación de boyas con peso muerto para evitar el anclaje directo y proteger los corales marinos se presenta como una oportunidad no solo para preservar el medio ambiente, sino también como una potencial fuente adicional de ingresos para el Estado dominicano”, citó.
En la actualidad, la ADMC cuenta con las principales marinas deportivas del país, reconocidas por sus instalaciones de clase mundial, como Marina Casa de Campo, Marina Cap Cana, Puerto Bahía, Ocean World, Marina Punta Cana, DockSyde Marinav y Punta Arena (en construcción), así como los clubes náuticos de Santo Domingo, que es una institución pionera en las actividades náuticas del país, y el club náutico de Monte Cristi.
La inversión en infraestructura, los puertos deportivos y su oferta inmobiliaria actual, que supera los US$1,500 millones, no solo contribuye significativamente a la economía nacional, sino que también mejora la oferta turística del país. Este sector se posiciona como un motor clave en la creación de oportunidades laborales, con más de 2,500 empleos directos en marinas deportivas y clubes náuticos.
Los expertos dijeron que los beneficios del turismo náutico incluyen alquiler de equipos acuáticos, alojamiento y excursiones terrestres.
Bancalari enfatiza la necesidad de colaborar entre entidades públicas y privadas para mejorar el potencial del turismo náutico en República Dominicana. Para garantizar que visitantes y usuarios puedan disfrutar plenamente de los atractivos que ofrece el país caribeño, en esta etapa inicial, se presenta como un requisito fundamental trabajar juntos.
República Dominicana sigue siendo uno de los mejores destinos para cruceros en el Caribe. La llegada de turistas por vía marítima ha aumentado significativamente, pasando de 900,000 cruceristas en 2018 a 2.2 millones en 2023, según datos del Ministerio de Turismo (Mitur).
Según un artículo del periódico elDinero titulado “Visitas de cruceristas en RD alcanzan máximos históricos”, la cantidad de visitantes anteriores a la pandemia en 2019 superó el millón. La cantidad disminuyó a 300.000 personas durante la pandemia del coronavirus (2020-2021). Se registró un aumento de 1.3 millones de visitantes vía crucero en 2022.
En enero de este año, había 319,410 cruceristas en 103 barcos, según datos del Banco Central (BC). Con 242,057 visitantes, el puerto de Puerto Plata representó el 75.7% del total. Al este, La Romana representó el 16.9% de los pasajeros totales, con 54 151 pasajeros, mientras que Samaná representó el 3.7% del total, con 11.990 cruceristas. Mientras tanto, el número de cruceristas que llegaron al puerto de Santo Domingo durante el primer mes de este año fue de 2,616.
Expresaron la necesidad de capacitar a más recursos humanos para el sector en relación con la disponibilidad de mano de obra calificada. Tiene la intención de colaborar con el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) la creación de cursos necesarios para suplir esta demanda.
Actualmente hay alrededor de 1000 capitanes de barcos en todo el país, con tres artilleros ya capacitados y otro en proceso de capacitación para la reparación de barcos. “La capacitación es la base para seguir desarrollando el turismo náutico para este renglón”, dijo.
