RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– La deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) de la República Dominicana cerrará el año 2025 con un nivel equivalente al 47.3% del producto interno bruto (PIB), según el informe “Marco Fiscal de Mediano Plazo 2025-2029” publicado por el Ministerio de Hacienda. El reporte proyecta que esta proporción seguirá una tendencia descendente, situándose en torno al 46 % para el año 2029.
Composición de la deuda: externa en su mayoría.
Al cierre de 2024, la deuda total del SPNF alcanzó los US$57,587.2 millones, representando un 46.3 % del PIB. De este monto, el 70.74 % (US$40,740 millones) corresponde a deuda externa, mientras que el 29.26 % (US$16,847.2 millones) proviene de compromisos internos.
Dentro del componente externo, el 76 % está concentrado en bonos internacionales colocados en mercados privados, y el 18.72 % corresponde a préstamos con organismos multilaterales, principalmente con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).
Déficit fiscal dominicano proyecta superávit primario.
En cuanto al desempeño fiscal, el documento destaca que el país mantiene una postura responsable. Se estima un superávit primario de 0.5 % del PIB para 2025, lo que contrasta positivamente con el déficit promedio en América Latina, que se proyecta en -0.3 % del PIB.
El informe también contextualiza estas cifras frente a las economías avanzadas, donde el déficit fiscal primario se reducirá a menos del 2.0 % del PIB, luego de ubicarse por debajo de 2.5 % en 2024 y 2.7 % en 2023.
Política fiscal y sostenibilidad de la deuda
Según Hacienda, estas proyecciones se sustentan en una política fiscal enfocada en sostenibilidad, eficiencia del gasto y acceso estratégico a fuentes de financiamiento. La evolución de la deuda se enmarca en una ruta de estabilidad que busca preservar la confianza de los mercados y mantener márgenes de maniobra ante posibles choques económicos.
El informe refuerza el compromiso del Gobierno dominicano con la consolidación fiscal, destacando que se mantendrá el enfoque prudente en la contratación de nueva deuda y en la administración de los pasivos existentes.