RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El 15 de enero de cada año se celebra el Día del Compositor, una fecha nacida en México que rinde homenaje a la inspiración, creatividad y trabajo de quienes transforman ideas en música.
Este reconocimiento formal se instauró en 1983, aunque sus raíces se remontan a 1945, con la fundación de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM). Desde entonces, los compositores han sido reconocidos no solo por su talento, sino también por sus derechos como creadores.
Desde la época azteca, con el ometochitl, creador de los primeros himnos para ceremonias, hasta los grandes nombres del siglo XX como Agustín Lara, Consuelito Velázquez y Armando Manzanero, la música ha sido un reflejo de la identidad cultural mexicana.
Un compositor no solo es un creador de melodías, sino también un comunicador que, a través de los sonidos, construye un lenguaje único. Este papel crucial en la vida cultural del país ha impulsado la creación de organizaciones como el Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música (SMACEM), que vela por los derechos de los artistas.
La labor del compositor está respaldada por un marco legal sólido. Según la Ley Federal de Derechos de Autor, los creadores tienen tanto derechos morales como patrimoniales sobre sus obras. Estos derechos permiten al autor decidir sobre la publicación, integridad y explotación económica de sus composiciones.
Además, el Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) actúa como garante de la protección y promoción de los derechos autorales. Esta institución fomenta el desarrollo cultural y apoya a los compositores al registrar sus obras y promover el respeto por su labor creativa.