RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– En las últimas cuatro décadas, las economías en América Latina y el Caribe han enfrentado una serie de desafíos que han exigido adaptaciones constantes para mantener su estabilidad y crecimiento. Shocks como el aumento de las presiones inflacionarias, la incertidumbre global, el incremento en la deuda y los bajos precios de las materias primas han puesto a prueba la resiliencia de la región.
A pesar de estas adversidades, instituciones como el Banco Mundial (BM) reconocen los esfuerzos realizados por los países de la región para adaptarse a estos cambios. Sin embargo, el Foro Económico Mundial (FMI) advierte que se necesitan más reformas estructurales y una mayor inversión en infraestructura, desarrollo de habilidades e innovación para impulsar el crecimiento económico de manera sostenida.
República Dominicana es un claro ejemplo de los desafíos y las oportunidades que enfrenta la región. A pesar de haber sido uno de los países más pobres de América Latina y el Caribe a mediados del siglo XX y de haber enfrentado crisis económicas, como la crisis de deuda en la década de 1980, el país ha experimentado uno de los crecimientos más rápidos en la región.
Históricamente, República Dominicana ha transitado desde depender principalmente de la agricultura hacia la manufactura y, más tarde, hacia una economía impulsada por los servicios, gracias a la explotación de los recursos naturales. Esta diversificación económica ha sido clave para su desarrollo.
En la última década, el país ha mantenido un impresionante promedio anual de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 5.8%, superando ampliamente el promedio de la región, que ha sido del 2%. Esta evolución ha permitido que República Dominicana pase del décimo al séptimo lugar en términos de tamaño de economía en la región, según las previsiones del FMI, superando economías como Venezuela, Ecuador y Guatemala.
El papel del turismo y la inversión extranjera directa
Durante las últimas décadas, el turismo ha ganado un papel central en la economía dominicana. El país se ha convertido en el principal destino turístico del Caribe, con un crecimiento continuo en el número de visitantes. Desde el año 2000, el número de turistas se ha más que duplicado, superando los 10 millones de visitantes en 2023.
El turismo no solo ha contribuido al crecimiento económico, sino que también ha generado empleo y ha atraído inversión extranjera directa (IED). Entre 2016 y 2019, República Dominicana atrajo aproximadamente US$10,000 millones en IED, lo que representa el 1.8% del flujo total en la región.
La estabilidad macroeconómica y las políticas favorables al desarrollo empresarial han sido fundamentales para atraer inversiones en sectores clave como el turismo. La IED se ha destinado principalmente a proyectos en el sector turístico, que representó el 29% del total de gastos de capital y el 55% del total de empleos creados a través de la IED nueva.
Además del turismo, las remesas también desempeñan un papel importante en la economía dominicana, representando más del 7% del PIB. Desde la década de 1990, los flujos de remesas han crecido de manera constante, alcanzando los US$10,157.2 millones en 2021.
Perspectivas futuras y desafíos pendientes
A pesar de los logros alcanzados, República Dominicana aún enfrenta desafíos importantes. El país necesita seguir implementando reformas estructurales para mejorar la eficiencia del sector público, fortalecer el estado de derecho y promover la inversión en educación y capacitación.
Con las políticas adecuadas, República Dominicana tiene el potencial de convertirse en una economía avanzada en los próximos 40 años, según el FMI. Sin embargo, esto requerirá un compromiso continuo con la estabilidad macroeconómica, la diversificación económica y la inclusión social.
En resumen, el caso de República Dominicana demuestra que, a pesar de los desafíos, las economías en América Latina y el Caribe tienen un gran potencial de crecimiento y desarrollo. Con políticas adecuadas y un compromiso firme con las reformas, la región puede aprovechar al máximo sus recursos y oportunidades para construir un futuro próspero y sostenible para todos sushabitantes.