RDÉ DIGITAL, VENEZUELA.- La polarización política en Venezuela alcanzó nuevos niveles de intensidad este jueves, con movilizaciones simultáneas lideradas por el excandidato presidencial Edmundo González Urrutia y la dirigente opositora María Corina Machado.
Ambas figuras encabezaron actos clave en diferentes escenarios, marcando un día crucial en la disputa por el poder en la nación suramericana.
En Santo Domingo, Edmundo González Urrutia reafirmó su postura como ganador legítimo de los comicios presidenciales del pasado 28 de julio. Durante un acto celebrado en el Palacio Nacional de República Dominicana, el líder opositor acusó al gobierno de Nicolás Maduro de desencadenar “la peor escalada de violencia represiva en la historia de Venezuela”.
González Urrutia, quien estuvo acompañado por el presidente dominicano Luis Abinader y expresidentes latinoamericanos del Grupo IDEA, presentó pruebas que, según él, certifican su victoria electoral. “El régimen se niega a reconocer el mandato popular, pero el 85 % de las actas respaldan nuestra posición. Seguiremos luchando por la democracia en Venezuela”, afirmó.
Mientras tanto, en la capital venezolana, María Corina Machado reapareció públicamente tras meses en la clandestinidad, liderando una protesta multitudinaria. En su discurso, Machado respaldó a González Urrutia y denunció lo que calificó como un fraude electoral orquestado por el oficialismo.
“Volvemos a las calles con la verdad de nuestro lado. Los venezolanos exigen justicia, democracia y libertad”, declaró Machado frente a cientos de manifestantes. La protesta se produce en vísperas de la toma de posesión presidencial, donde tanto Maduro como González Urrutia se han proclamado presidentes, intensificando la incertidumbre política.
La crisis venezolana continúa bajo el escrutinio internacional, con países y organizaciones monitoreando los acontecimientos ante el riesgo de un estallido de violencia. Mientras la oposición busca consolidar apoyo interno y externo, el oficialismo mantiene el control de las instituciones clave, aumentando el desafío para una transición pacífica.
La jornada dejó en evidencia las profundas divisiones que enfrenta Venezuela, donde millones de ciudadanos claman por un cambio en medio de un panorama marcado por la represión y la lucha por la legitimidad democrática.