RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.– El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, lanzó este sábado una fuerte advertencia sobre supuestos planes “inminentes” de China para invadir Taiwán, en un discurso pronunciado durante el Diálogo Shangri-La, el principal foro de seguridad de Asia.
La intervención reafirmó la postura estadounidense de contención frente a Pekín y llamó a sus aliados del Indopacífico a aumentar su inversión en defensa.
“China ha demostrado que quiere alterar el statu quo”, declaró Hegseth, al referirse tanto a las operaciones militares en el mar de China Meridional como a las tensiones en torno a Taiwán.
Según el jefe del Pentágono, existe una intención del Partido Comunista Chino de tomar por la fuerza la isla autónoma para el año 2027, lo que calificó como una amenaza real y potencialmente inmediata.
“A cualquier intento de conquista por la fuerza, la respuesta será devastadora para el Indopacífico y el mundo”, afirmó, dejando clara la disposición de Washington a intervenir, aunque aclaró que “EE. UU. no busca un conflicto con China, pero tampoco será desplazado de esta región clave”.
En su mensaje, Hegseth insistió en que la estrategia estadounidense en la región se basa en alianzas sólidas, e instó a países como Japón, Filipinas, Corea del Sur y Australia a asumir un papel más activo en materia de defensa.
“La disuasión no es barata. No tiene sentido que Europa aumente su gasto mientras en Asia algunos aliados siguen rezagados ante amenazas crecientes como Corea del Norte”, argumentó.
El foro, que se celebra anualmente en Singapur desde 2002 y es organizado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), vio reducida la representación china este año, lo que marcó un giro notable en la dinámica del evento.
La ausencia del ministro de Defensa de China, Dong Jun, y su sustitución por una delegación de la Universidad de Defensa Nacional fue interpretada como una señal del distanciamiento diplomático de Pekín en medio de crecientes tensiones.
El general Hu Gangfeng, representante chino presente, restó importancia a la ausencia, asegurando que China mantiene su estrategia regional sin cambios. Sin embargo, la cancelación del tradicional encuentro entre los responsables de defensa de EE. UU. y China limitó la posibilidad de diálogo bilateral de alto nivel.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, también intervino en el foro y expresó preocupación por los lazos entre China, Corea del Norte y Rusia en el contexto de la guerra en Ucrania.
Denunció el suministro de tecnología militar de Pekín a Moscú y la supuesta participación de combatientes norcoreanos en el conflicto, aludiendo a una creciente interdependencia entre las amenazas de seguridad en Europa y Asia.
“La seguridad del Indopacífico y de Europa están profundamente conectadas”, dijo Kallas, subrayando que las acciones de las potencias asiáticas tienen implicaciones globales.
El foro contó además con la participación del primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, quien expresó la posición de la ASEAN sobre las tensiones comerciales entre EE. UU. y China.
Rechazó los aranceles retaliatorios y abogó por el diálogo como vía para reducir la fricción económica, defendiendo al mismo tiempo el principio del libre comercio.
Con un contexto geopolítico cada vez más volátil, la edición de este año del Diálogo Shangri-La dejó ver un bloque occidental firme en su postura frente a China, mientras la ausencia de altos funcionarios chinos evidenció un espacio de diálogo aún por reconstruir.