RDÉ DIGITAL, WASHINGTON.- El gobierno de Donald Trump anunció este jueves que ha comenzado a notificar a más de medio millón de migrantes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela sobre la cancelación de su permiso temporal de permanencia en Estados Unidos. Esta medida revoca el “parole” humanitario implementado en 2022 y ampliado en 2023 por la administración de Joe Biden.
Dicho programa permitía a un grupo de ciudadanos de estos países ingresar legalmente al país, siempre que cumplieran requisitos como tener un patrocinador y aprobar una revisión de antecedentes. Sin embargo, el 20 de enero, día de su investidura, Trump firmó un decreto para ponerle fin de forma inmediata.
Notificaciones por correo electrónico y revocación del empleo
Según el Departamento de Seguridad Interior (DHS), ya han comenzado a enviarse correos electrónicos a los beneficiarios, informándoles que su autorización de empleo ha sido revocada con efecto inmediato.
Además, el DHS alienta a estas personas a abandonar el país voluntariamente, utilizando para ello la aplicación móvil CBP Home, una herramienta oficial para coordinar la salida del territorio estadounidense.
Justificación y críticas del nuevo gobierno
Tricia McLaughlin, portavoz del DHS, declaró que el programa impulsado por Biden permitió la entrada de más de 500,000 personas con una supuesta investigación deficiente. Según ella, esto “perjudicó a los trabajadores estadounidenses” y contradijo el principio de “Estados Unidos primero”, consigna del actual presidente.
McLaughlin afirmó que eliminar el parole es una corrección necesaria para restaurar el control migratorio y proteger el mercado laboral local.
Reacción legal y próximos pasos
Cabe señalar que en mayo la Corte Suprema autorizó que el programa pudiera ser suspendido mientras se define su legalidad en tribunales inferiores. Mientras tanto, los afectados podrán presentar apelaciones o recursos legales, aunque el DHS insiste en que deben iniciar su proceso de salida voluntaria de inmediato.
La medida representa un giro radical en la política migratoria de Estados Unidos y plantea un nuevo reto humanitario para miles de familias afectadas.
