RDÉ DIGITAL, WASHINGTON.-La Administración del expresidente Donald Trump confirmó que el próximo 27 de mayo revocará la licencia que permite a la compañía Chevron operar en Venezuela, una medida que intensifica la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro y marca el fin de un capítulo crucial en la cooperación energética entre ambos países.
El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció la decisión a través de su cuenta en la red social X, donde aseguró que la medida será ejecutada “según lo programado”. La prórroga concedida en abril expirará sin renovación.
“La licencia petrolera pro-Maduro de Biden en Venezuela vencerá el próximo martes 27 de mayo”, escribió Rubio, reafirmando el giro de línea dura que retoma la administración Trump en relación con Caracas.
Impacto en la economía venezolana
La licencia a Chevron fue concedida por la administración de Joe Biden en noviembre de 2022, como parte de un proceso de negociaciones orientado a lograr elecciones presidenciales transparentes en Venezuela. Desde entonces, la empresa estadounidense desempeñó un rol central en la recuperación parcial de la producción petrolera del país sudamericano, afectado por años de sanciones y desinversión.
La salida de Chevron implicará un golpe considerable para la ya debilitada economía venezolana. La compañía no solo aportaba capital y experiencia técnica, sino que también facilitaba exportaciones legales de crudo, generando ingresos vitales para el país.
Presión diplomática y geopolítica
La decisión de revocar la licencia también se produce en un contexto de negociaciones diplomáticas entre Washington y Caracas, que incluyen temas sensibles como la deportación de migrantes venezolanos y la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela.
Desde la llegada de Trump a la contienda política para las elecciones de 2024, su equipo ha criticado enérgicamente los acercamientos diplomáticos de la administración Biden con Maduro. La revocación de la licencia se percibe como un mensaje firme al régimen venezolano y como un intento de reposicionar la política exterior republicana en la región.
Consecuencias regionales
Analistas advierten que la medida podría recrudecer la crisis migratoria venezolana y complicar los esfuerzos de diálogo político. También podría afectar a otros países del Caribe y Sudamérica que dependen, directa o indirectamente, del petróleo venezolano.
La administración Trump no ha ofrecido detalles sobre mecanismos alternativos para contener las consecuencias humanitarias que podrían derivarse de esta decisión. En tanto, sectores empresariales y diplomáticos observan con cautela la evolución de los acontecimientos.
Con esta acción, Estados Unidos redefine una vez más su estrategia hacia Venezuela, priorizando la presión política sobre las vías de diálogo, en un escenario internacional marcado por tensiones energéticas y crisis migratorias.
