RDÉ DIGITAL, WASHINGTON.-La Casa Blanca confirmó este lunes la reanudación de las negociaciones comerciales con Canadá, después de que Ottawa anunciase la eliminación del impuesto sobre servicios digitales (DST, por sus siglas en inglés) que afectaba a las grandes tecnológicas estadounidenses.
El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, declaró a Fox News que “absolutamente” las negociaciones se reanudarán tras el anuncio del Gobierno canadiense realizado en la noche del domingo.
Hassett añadió en CNBC que, tras la marcha atrás de Canadá, otros países podrían seguir el mismo camino. “Mi expectativa es que los impuestos sobre los servicios digitales en todo el mundo serán eliminados, y que eso será una parte clave de las negociaciones comerciales en curso que estamos llevando a cabo”, declaró.
Una decisión clave tras tensiones bilaterales
El domingo, el Departamento de Finanzas de Canadá anunció la rescisión del impuesto sobre servicios digitales, que debía entrar en vigor este lunes.
La decisión canadiense se produjo después de que, el viernes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara inesperadamente la ruptura de las negociaciones comerciales entre los dos países.
“Acabamos de ser informados de que Canadá, un país con el que es muy difícil COMERCIAR, incluido el hecho de que ha cobrado a nuestros agricultores aranceles de hasta un 400 % durante años sobre los productos lácteos, acaba de anunciar que gravará los servicios digitales a nuestras empresas tecnológicas, lo que es un ataque directo y flagrante a nuestro país”, afirmó Trump, pese a que el impuesto había sido aprobado en 2024.
El impuesto sobre servicios digitales, que Canadá pretendía aplicar retroactivamente desde 2022, contemplaba un gravamen del 3 % sobre los ingresos superiores a 20 millones de dólares obtenidos por empresas a través de servicios digitales dirigidos a residentes canadienses.
El Gobierno canadiense recordó que, en 2020, había anunciado el DST con el objetivo de abordar el hecho de que “muchas grandes compañías tecnológicas” que operan en Canadá no pagan otros impuestos sobre las ganancias obtenidas de los canadienses.