El Ministerio de Educación está promoviendo la formación de orientadores escolares y egresados de la carrera de Psicología como “trabajadores sociales escolares”, para fortalecer el vínculo de las escuelas con las familias y tratar de minimizar el acoso y la violencia.
La directora del Departamento de Orientación y Psicología del Minerd, Francisca de la Cruz, indicó que contrario a los orientadores, que solo atienden a los estudiantes dentro de las escuelas, los trabajadores sociales estarán más vinculados con la comunidad.
Agregó que la importancia de incorporar estos profesionales a los centros educativos es que estos ubican los mayores niveles de vulnerabilidad en las comunidades, y detectar, por ejemplo, estudiantes que tienen situaciones de mucha pobreza que requieren apoyos sociales y las conexiones con la institución que les pueden respaldar.
“Entonces vamos a empezar con la especialidad con orientadores escolares y estamos solicitando, ahora que está en revisión la ley General de Educación, que se puedan incluir en la legislación y se pueda tener trabajadores sociales escolares como un equipo interdisciplinar en la unidad de Orientación y Psicología”, explicó.
El aporte y las funciones del trabajador social en la Educación
El Trabajador Social Escolar puede constituir un apoyo para el centro educativo, contribuyendo a abordar situaciones de vulnerabilidad social, facilitando la integración del alumnado perteneciente a minorías, detectando situaciones de riesgo (maltrato infantil, abuso sexual, problemas emocionales, problemáticas sociofamiliares), y favoreciendo la participación de las familias en la comunidad educativa.
Dentro de las tareas en las que serían claves los trabajadores sociales están:
La mediación intercultural: con el alumnado migrante, con sus familias, con niños y niñas que tengan diferentes orígenes culturales, con el alumnado perteneciente a minorías étnicas, favoreciendo el entendimiento y la convivencia. Intervención en casos de bullying o acoso escolar, en coordinación con otros profesionales. Diseñar e implementar programas para la prevención y el abordaje del acoso escolar. Derivar al alumnado a diferentes servicios: sanitario, servicios sociales, psicólogo, comisión de absentismo escolar o a otras instituciones de apoyo, con las cuales debe mantener la coordinación permanente. Enlace con asociaciones del barrio y con recursos públicos de la zona, que puedan ofrecer actividades de interés (prevención del consumo de drogas, de promoción de la salud, educación sexual, actividades de ocio y tiempo libre, apoyo escolar u otros servicios). Trabajar en conjunto con el equipo de inclusión escolar para el desarrollo de actividades que favorezcan la participación de todos los estudiantes. Además, pueden ayudar a las familias de alumnos con necesidades educativas especiales para el acceso a las ayudas sociales. Evaluación de los estudiantes y las evaluaciones de necesidades. Para empezar, determinar qué factores están afectando el éxito académico de un estudiante, y qué se puede hacer para mejorar la situación. Esta información es obtenida a través de la observación, entrevistas y hablar con los profesores y las familias, y luego se usa para crear metas a corto y largo plazo.
Línea de ayuda y atención psicológica
En los próximos días entrará en operación la Línea Esperanza de Vida *747, una red de apoyo para reportar acoso, violencia y todo tipo de incidencias que puedan pasar en las escuelas y en sus entornos.
También, a través de esta línea se podrá solicitar atención psicológica y psiquiátrica y las informaciones recibidas serán manejadas de manera estricta y confidencial, respetando la privacidad de quienes acudan en busca de ayuda.
Este call center operará desde el Centro de Apoyo Psicoemocional (Capem) inaugurado por el Ministerio de Educación el pasado 12 de septiembre, que brindará apoyo psicológico y psicoemocional gratuito a los estudiantes, maestros, familia, personal de apoyo y toda la comunidad educativa para garantizar su bienestar integral.
Tendrá una cobertura nacional, mediante una gran red de apoyo, con un coordinador en cada regional y 10 colaboradores en cada distrito escolar, que se han capacitado para ofrecer los primeros auxilios psicológicos que necesite cualquier persona.
El Capem no solo brindará apoyo psicológico y psicoemocional a los estudiantes, también serán atendidos los maestros, familia, personal de apoyo y toda la comunidad educativa para garantizar su bienestar integral.