RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.- El precio del oro continúa su ascenso imparable y alcanzó este viernes un nuevo máximo histórico de 3,244.15 dólares por onza, impulsado por el incremento de la tensión comercial entre Estados Unidos y China y la creciente incertidumbre en los mercados internacionales.
Según datos de Bloomberg, el metal precioso ha encadenado varios récords durante la jornada, con una subida diaria de más del 2,1 %. En lo que va del año, el oro acumula una revalorización superior al 22 %, marcando su mejor inicio de año desde 1974.
Este nuevo repunte se produce en el contexto de una escalada arancelaria entre las dos mayores economías del mundo.
Aunque el gobierno estadounidense, liderado por el presidente Donald Trump, anunció una suspensión temporal de 90 días en la aplicación generalizada de aranceles, mantuvo gravámenes del 145 % a las importaciones chinas.
En respuesta, China elevó este viernes sus propios aranceles a productos estadounidenses del 84 % al 125 %, y declaró que ignorará nuevos impuestos unilaterales provenientes de Washington.
La creciente incertidumbre geopolítica y comercial ha llevado a los inversionistas a refugiarse en activos considerados más seguros como el oro.
Además, factores como la debilidad del dólar, las bajas rentabilidades de los bonos y el estancamiento del mercado inmobiliario chino están reforzando la demanda por este metal precioso, según analistas.
Claudio Wewel, estratega de divisas en J. Safra Sarasin Sustainable AM, afirmó que la trayectoria alcista del oro podría mantenerse ante el actual escenario global.
“La demanda estructural elevada, en particular por parte de los consumidores chinos y de los bancos centrales de mercados emergentes, continúa sosteniendo esta tendencia”, explicó.
Desde 2022, las compras de oro por parte de bancos centrales han ido en aumento, lo que refuerza las previsiones de un mercado robusto para el metal a largo plazo.
Mientras tanto, las bolsas europeas reaccionan con cautela ante el conflicto comercial: Londres y Madrid muestran ligeras subidas, mientras que Fráncfort, París y Milán registran retrocesos.
Con la incertidumbre global en aumento y pocas alternativas atractivas de inversión, el oro consolida su posición como uno de los activos más sólidos y demandados en 2025.