RDÉ DIGITAL, WASHINGTON.- Las universidades estadounidenses con sede en España, junto a instituciones españolas que reciben a alumnos norteamericanos, han alertado de un “enorme caos” generado por la entrada en vigor del nuevo reglamento de Extranjería. El conflicto afecta directamente a los estudiantes estadounidenses que planean cursar estudios en España durante el próximo curso académico, debido a modificaciones en los criterios documentales y plazos exigidos para obtener el visado de estudios.
La Asociación de Programas Universitarios Norteamericanos en España (Apune), que agrupa a más de 50 universidades españolas y estadounidenses, advierte que podrían paralizarse o denegarse decenas de solicitudes. En una carta enviada a los ministerios de Exteriores, Justicia, Educación y Migraciones, solicitaron una moratoria inmediata para evitar que miles de estudiantes se vean excluidos. Según Apune, esta situación podría provocar una caída del 30 % al 50 % en el número de estudiantes estadounidenses, lo que comprometería un impacto económico anual superior a los 600 millones de euros.
Norma ambigua, procedimiento inviable
La nueva normativa, activa desde el 20 de mayo, introduce plazos más estrictos para la entrega de documentación como seguros médicos, justificantes de alojamiento y el pago anticipado de matrículas. Esta última exigencia resulta especialmente problemática, ya que muchas universidades no cobran hasta septiembre, lo que impide cumplir con los nuevos requerimientos.
Apune denuncia además una disparidad en la interpretación del reglamento por parte de los consulados españoles en EE. UU. y destaca la incertidumbre añadida por la empresa subcontratada para gestionar los visados, que ha comenzado a rechazar citas previamente confirmadas por supuesta falta de documentación. A ello se suma la ausencia de un mecanismo de apelación y la aplicación de cobros adicionales por mantener expedientes abiertos mientras se subsanan errores.
El rol institucional es clave.
Las instituciones académicas implicadas urgen al Gobierno español a establecer una moratoria en la aplicación de los nuevos requisitos hasta al menos el final de la campaña de visados 2025-2026. También solicitan una revisión y clarificación de los criterios de manera conjunta con entidades expertas del sector educativo internacional.
“Es urgente actuar para garantizar que los estudiantes puedan llegar a tiempo al inicio del curso”, señalan desde Apune. La falta de garantías en la obtención de citas ha generado alarma entre instituciones y estudiantes, que no han contado con un margen razonable de adaptación a los cambios. Si no se corrige esta situación, advierten, se comprometerá seriamente la posición de España como uno de los destinos educativos más atractivos para universitarios estadounidenses.