RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Cada 4 de febrero, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de prevenir y controlar esta enfermedad, que ocupa la segunda causa de muerte a nivel global, solo detrás de las enfermedades cardiovasculares.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estima que el 54 % de los nuevos casos de cáncer y el 45.1 % de las muertes por esta enfermedad ocurren en personas de 69 años o más jóvenes.
Además, se proyecta que uno de cada cinco individuos desarrollará cáncer a lo largo de su vida, y que en los próximos 25 años habrá entre 35 y 40 millones de nuevos casos a nivel mundial.
Melissa Barbieri, gerente médica de oncología de Asofarma Centroamérica & Caribe, resaltó la importancia de que los especialistas se mantengan al tanto de los avances científicos y publicaciones relacionadas con el cáncer.
También subrayó la necesidad de recordar que detrás de cada diagnóstico existe una historia humana única, lo que requiere un enfoque personalizado en el tratamiento y la atención.
“Cada persona diagnosticada con cáncer tiene una historia única y necesidades diferentes. La innovación en los tratamientos debe acompañar a cada individuo en este proceso”, afirmó Barbieri, quien enfatizó la importancia de colocar a las personas en el centro de la atención médica.
Por su parte, la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) destacó que la sensibilización y la información son claves para transformar la manera de pensar sobre el cáncer.
Además, subrayó la importancia de proporcionar a los pacientes atención personalizada en todas las etapas de la enfermedad, asegurando que cada individuo reciba el apoyo necesario según sus necesidades específicas.
Barbieri también abogó por la participación activa del paciente en la toma de decisiones sobre su tratamiento, instando a los profesionales a proporcionar toda la información necesaria para que tanto los pacientes como sus familias comprendan el diagnóstico y el proceso de tratamiento.
La prevención del cáncer está al alcance de todos, y se puede lograr mediante la implementación de estrategias basadas en la evidencia para el tamizaje, detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos. Los factores de riesgo modificables más comunes incluyen el consumo de tabaco, una dieta baja en frutas y verduras, el consumo excesivo de alcohol y la falta de actividad física.
Además, factores de riesgo específicos como las infecciones crónicas por el virus del papiloma humano (HPV), hepatitis B o C, y H. pylori, están relacionados con varios tipos de cáncer, como el cáncer cervicouterino, de hígado y de estómago.