RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– En América Latina y el Caribe habitan 153.3 millones de personas afrodescendientes, de las cuales 26 millones residen en zonas rurales, lo que representa el 22.5% de la población rural total de la región. Así lo revela un estudio conjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que analiza los desafíos sociales y territoriales de las comunidades afrodescendientes en el mundo rural.
Brechas históricas y racismo estructural
El informe titulado “Afrodescendientes en América Latina y el Caribe: “Un acercamiento a las realidades sociales y territoriales en el mundo rural” denuncia que estas poblaciones siguen enfrentando desigualdades históricas en la tenencia de tierras, baja participación política y racismo estructural persistente, factores que limitan su desarrollo económico, social y cultural.
La tenencia y preservación de los derechos territoriales se identifican como los desafíos más críticos. En muchos casos, los procesos de adjudicación de tierras son débiles o prácticamente inexistentes, lo que provoca fragmentación territorial, escasez de recursos y alta vulnerabilidad frente a intereses externos.
Presencia regional desigual
Según los datos del estudio, Haití y Brasil encabezan la lista con las mayores proporciones de población afrodescendiente: 95.5 % y 55.5 %, respectivamente. Le siguen Cuba (35.9 %), República Dominicana (34.0 %) y Panamá (31.7 %). En países como Colombia y Costa Rica, el porcentaje ronda el 10 %, mientras que en otras naciones es inferior al 5 %.
En el caso de Argentina, destaca el aumento significativo de personas que se identifican como afrodescendientes: pasaron de representar 0.4 % en 2010 a 0.7 % en 2022, según el censo nacional.
Acceso desigual al desarrollo
Las instituciones firmantes del informe advierten que, para reducir las desigualdades, los gobiernos deben priorizar la gobernanza de la tierra y los derechos territoriales afrodescendientes. A su vez, subrayan la necesidad de políticas públicas inclusivas y acciones afirmativas orientadas a la preservación cultural, el acceso equitativo a educación, servicios públicos y recursos productivos.
“Los afrodescendientes enfrentan procesos políticos débiles, escasa representación y baja incidencia institucional, lo que limita la administración autónoma de sus territorios y profundiza su exclusión”, concluye el estudio.
Recomendaciones para una equidad real
La FAO y Cepal hacen un llamado urgente a los gobiernos de la región a implementar políticas integrales que garanticen los derechos al desarrollo de hombres y mujeres afrodescendientes, especialmente en el contexto rural.
El documento enfatiza que sin inclusión, ni justicia territorial, no puede haber sostenibilidad ni equidad en América Latina y el Caribe.