RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Un estudio presentado este domingo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) advierte sobre una profunda desconexión entre el crecimiento económico de la República Dominicana y los salarios de su población, tras más de dos décadas de expansión sostenida del producto interno bruto (PIB).
Según el informe del Instituto de Investigación Socioeconómica (Inise), mientras el PIB creció a un promedio anual de 4.5 % entre 2000 y 2023, el ingreso laboral real apenas aumentó 0.02 %, con frecuentes caídas y repuntes aislados. En años como 2010 y 2015, se registró un crecimiento económico significativo, pero los salarios reales disminuyeron, lo que, según los investigadores Wagner Gómera y Magdalena Castillo, refleja una falta de conexión entre la macroeconomía y el bienestar de los trabajadores.
El estudio de la UASD también muestra que la participación de los ingresos laborales en el PIB ha bajado de forma sostenida. En 2007 representaban el 30.8 %, pero para 2023 solo equivalían al 24.1 %.
Ante esta situación, la UASD, a través de su Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, anunció que presentará ante el Congreso Nacional una propuesta de reforma al Código de Trabajo, que incluiría la indexación anual del salario general, tanto en el sector público como privado, con el fin de preservar el poder adquisitivo.
Precariedad salarial
El informe también alerta sobre la precariedad y desigualdad salarial en el país. En 2022, el 23.6 % de los trabajadores asalariados percibían salarios bajos, posicionando a República Dominicana como la segunda nación de América Latina con mayor proporción en ese indicador, solo detrás de Argentina. Esto ocurre en un contexto de alta informalidad laboral, que afecta actualmente al 56.2 % de la población ocupada, es decir, más de 2.6 millones de personas.
Pese a que la productividad laboral por hora se ha triplicado en los últimos 20 años —alcanzando 21.89 dólares en 2023—, los salarios reales se encuentran un 8.3 % por debajo del nivel que tenían en el año 2000. Aun así, el país lidera en generación de valor por hora trabajada en la región, con un PIB de 26.7 dólares por hora, por encima de Colombia, Ecuador, Guatemala y el promedio del Caribe.
No obstante, esta ventaja en productividad no se ha traducido en mejoras salariales. El ingreso mensual promedio aumentó de 17,468 pesos en 2016 a 25,447 pesos en 2023, pero el costo de la canasta básica pasó de 28,773 a 43,995 pesos en el mismo periodo. Esto significa que, actualmente, el salario medio solo cubre el 57.8 % de la canasta familiar.
El estudio de la UASD concluye que el modelo actual de fijación salarial no garantiza una mejora sostenible en la calidad de vida de los trabajadores. Por ello, recomienda establecer un mecanismo automático de ajuste salarial vinculado a la inflación y la productividad, así como implementar reformas estructurales que reduzcan la informalidad y refuercen los derechos laborales.