RDÉ DIGITAL, BRUSELAS .- Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) solicitaron este lunes la eliminación del uso “generalizado” de políticas industriales públicas, enfatizando la necesidad de mejorar la competitividad económica del bloque y reducir la brecha con potencias como Estados Unidos y China. En una declaración consensuada por los veinte socios del euro, se propone un enfoque “orientado al mercado” que priorice las inversiones privadas y la mejora del entorno de negocios.
El texto advierte que el uso indiscriminado de políticas industriales, especialmente a nivel nacional, podría tener un efecto negativo sobre el mercado único. En este sentido, se limitan dichas políticas a “casos específicos” destinados a resolver “fallos de mercado”. Cualquier estrategia industrial, subrayan, debe ser diseñada “cuidadosamente” y con un alcance “limitado” para promover un ambiente favorable al comercio y evitar distorsiones comerciales.
Los ministros reconocen que la brecha de productividad del bloque se ha “ensanchado” en los últimos años y destacan la urgencia de aumentar las inversiones en investigación y desarrollo (I+D), siempre dentro de un “enfoque de mercado”. Asimismo, enfatizan la importancia de mejorar el capital humano europeo y avanzar hacia la descarbonización y electrificación.
El Eurogrupo se muestra reacio a una fuerte intervención del sector público en la economía, una postura que tradicionalmente ha sido defendida por países como Alemania, Países Bajos, Austria y las naciones nórdicas. La ministra finlandesa, Rikka Purra, argumentó que la competitividad y productividad pueden restaurarse creando condiciones adecuadas para el crecimiento de empresas e industrias.
Los ministros de Economía subrayaron que las inversiones deben provenir principalmente de fuentes privadas, especialmente dado el impacto de múltiples crisis en las finanzas públicas. Se hace un llamado a utilizar la financiación pública como un “catalizador” para fomentar la inversión privada y enfocarse en prioridades comunes.
El debate sobre competitividad se produce en un contexto de inminentes elecciones en Estados Unidos que podrían reconfigurar las relaciones transatlánticas. Antoine Armand, ministro de Finanzas francés, afirmó que el principal desafío para Europa es fortalecer su propio crecimiento, permitiendo así un diálogo más sólido con socios internacionales, incluido Estados Unidos.
La colaboración entre la Unión Europea y Estados Unidos, según los líderes europeos, no está en discusión, independientemente del resultado electoral en el país norteamericano. Se espera que la capacidad de Europa para enfrentar futuros retos se vea fortalecida, incluyendo la mejora de su resiliencia económica y capacidades defensivas, en un entorno geopolítico cada vez más fragmentado.
