junio 4, 2025
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Evolución de la industria cinematográfica dominicana: desde sus orígenes en el teatro a su liderazgo actual

REDE DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La industria cinematográfica dominicana ha experimentado un viaje impresionante desde sus humildes comienzos en el teatro La Republicana hasta consolidarse como un referente regional en el ámbito del séptimo arte. Su historia se remonta al año 1900, cuando el empresario estadounidense Mr. Myers presentó el Vitascope de Thomas Alva Edison en dicho teatro, ahora ubicado en el Panteón de la Patria.

Desde aquel momento, el interés por el cine se esparció rápidamente en Santo Domingo y sus alrededores, dando lugar a la creación de diversas salas independientes para satisfacer la creciente demanda de los dominicanos por disfrutar de películas en masa.

El primer filme dominicano sonorizado marcó un hito en 1930, enfocándose en la figura del presidente Trujillo. Sin embargo, durante la tiranía, el cine estuvo mayormente limitado a documentales que exaltaban al régimen. Fue en la década de los 80, cuando la industria comenzó a crecer considerablemente, con películas como “Pasaje de Ida” (1988) y “Nueba Yol: por fin llegó Balbuena” (1995), obteniendo reconocimiento nacional e internacional.

Un punto crucial en esta evolución fue la fundación de la compañía Cines Dominicanos (Cinedom) en 1971 por Gustavo Turull y Margarita Mayol de Turull, quienes fueron pioneros en la explotación de complejos cinematográficos con más de tres salas. Esto marcó el inicio de una nueva era para la industria del cine en República Dominicana.

Dos años después, en 1973, se inauguraron los complejos Dobles en la avenida Duarte y Portal en la Independencia, con capacidades impresionantes para recibir a los cinéfilos dominicanos. Estos proyectos representaron una inversión significativa en la época y contribuyeron al crecimiento del sector.

Según datos de la Dirección General de Cine (DGCine), los Turull-Mayol invirtieron RD$1 millón en la apertura del cine Naco en 1976. Aunque este cine cerró en 1987, fue reconstruido con seis salas y renombrado como Cineplex hasta 2001, mostrando una adaptación constante a las demandas del público.

Paralelamente, en 1976, surgió Inversiones Cinematográficas, dando inicio al imperio de Palacio del Cine con su ubicación inicial en la Avenida 27 de Febrero. A medida que avanzaban los años, Palacio del Cine amplió su presencia con múltiples salas en diversas ubicaciones estratégicas.

El surgimiento de compañías como Cine Films, dedicadas a la compra y distribución de películas, impulsó aún más el crecimiento del sector. Los Turull-Mayol adquirieron Wometco Dominicana, consolidando su posición como un circuito cinematográfico importante en el país.

En 1991, Caribbean Cinemas irrumpió en la escena cinematográfica dominicana de la mano de Víctor Carrady, estableciendo el Cinema Centro con seis salas en la avenida George Washington. Esta empresa se ha mantenido como un competidor destacado en el mercado hasta la actualidad.

La competencia entre los principales actores del sector, como Palacio del Cine y Caribbean Cinemas, ha llevado a la expansión constante de sus operaciones. Ambas empresas han inaugurado múltiples salas en diferentes ubicaciones, atendiendo a las preferencias y necesidades del público.

A pesar de la dominancia de estos grandes actores, películas independientes como Cinema Pop, Cinema Oasis y Colonial Gate continúan ofreciendo propuestas únicas y contribuyendo a la diversidad del panorama cinematográfico dominicano.

Además, el cine dominicano ha visto un crecimiento exponencial a partir de la década de los 2000s, destacándose por la producción de filmes de drama, suspenso y comedias que exploran temáticas culturales y sociales. La aprobación de la Ley 108-10 sobre el fomento de la Actividad Cinematográfica en la República Dominicana ha sido un punto de inflexión importante, convirtiendo al país en un destino atractivo para la filmación de diversas producciones.

A partir del 2003, la producción de cine de ficción se consolidó en República Dominicana, con películas como “Perico Ripiao” (2003) que marcaron el inicio de la industria comercial del cine local. Desde entonces, se ha mantenido una producción constante de películas que abarcan diversos géneros y temáticas, contribuyendo al crecimiento y la diversificación de la industria cinematográfica en el país.

Según datos de la DGCine hasta 2024, se registran 192 salas distribuidas en 28 exhibidores en República Dominicana. Caribbean Cinemas cuenta con 142 salas bajo su nombre, mientras que Palacio del Cine opera 43 salas en el país.

En conclusión, la industria cinematográfica dominicana ha evolucionado significativamente a lo largo de los años, pasando de sus modestos inicios en el teatro a consolidarse como un líder en la región en términos de producción, exhibición y distribución de películas. Este crecimiento ha sido impulsado por el compromiso de los diversos actores del sector en satisfacer las demandas del público y enriquecer la oferta cinematográfica nacional.

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