RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– Durante la conferencia “Navegando en el peligro”, organizada por el Grupo SIN, reconocidos expertos en geociencias y meteorología alertaron sobre la grave vulnerabilidad de infraestructuras críticas en República Dominicana, justo cuando inicia una nueva temporada ciclónica con alto potencial destructivo.
El evento, encabezado por el presidente de Grupo SIN, Fernando Hasbún, sirvió como plataforma para advertir sobre los riesgos estructurales latentes en zonas densamente pobladas y urbanizadas, en un contexto donde, según señalaron, persiste la negligencia oficial en la planificación territorial y en la supervisión de edificaciones.
“El país se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del planeta. La ausencia de grandes sismos no es garantía de seguridad. “Hay una peligrosa sensación de falsa calma”, advirtió el geógrafo chileno Marcelo Lagos, uno de los expertos internacionales invitados. Señaló también la proliferación de construcciones en terrenos vulnerables a inundaciones, deslizamientos y terremotos, muchas de ellas sin los controles adecuados.
El recordatorio llega apenas semanas después del colapso estructural en la discoteca Jet Set, ocurrido el pasado 8 de abril, tragedia que los panelistas utilizaron como ejemplo de lo que podría repetirse en escuelas, hospitales y otros espacios públicos si no se actúa con urgencia.
Predicción debilitada ante ciclones
El meteorólogo John Morales centró su intervención en la temporada ciclónica 2024, cuyo inicio formal es este domingo. Morales alertó que este año podría tener una actividad ciclónica superior al promedio, justo cuando los sistemas de predicción climática internacionales enfrentan limitaciones.
Según explicó, recortes presupuestarios en agencias como el Centro Nacional de Huracanes y el Servicio Meteorológico Nacional de EE. UU., impulsados por decisiones del gobierno de Donald Trump, han reducido significativamente el personal técnico especializado, dificultando la capacidad de anticiparse a tormentas severas.
“Es una temporada con alto riesgo y menor capacidad de respuesta. El margen de error será más amplio, lo que pone en peligro a países como República Dominicana, donde las costas y las ciudades están muy expuestas”, subrayó Morales.
Deficiencias en materiales y cultura de prevención
El ingeniero geólogo Osiris de León coincidió en la necesidad de un enfoque más riguroso en materia de construcción. Criticó el uso de materiales de baja resistencia como el caliche, frecuente en viviendas de sectores populares y estructuras antiguas.
“Muchas edificaciones tienen más de 30 años y no fueron diseñadas para resistir ni huracanes intensos ni sismos mayores. “Debemos priorizar el uso de hormigón armado y evaluar la integridad estructural de centros educativos, hospitales y oficinas públicas”, enfatizó De León.
Asimismo, lamentó que el país carezca de una cultura de prevención eficaz: “No estamos preparados para actuar frente a tsunamis, terremotos ni desastres meteorológicos. Eso debe cambiar con educación, simulacros y reformas urbanas”.
Prevenir que lamentar.
El presidente de Grupo SIN, Fernando Hasbún, destacó que la misión del foro es sensibilizar a las autoridades y a la ciudadanía. “Los desastres naturales no se pueden evitar, pero sí sus consecuencias. “Hay que actuar antes de que ocurra otra tragedia como la del Jet Set”, expresó.
Todos los expertos coincidieron en que la República Dominicana necesita un plan nacional de prevención de desastres con enfoque integral, articulado entre instituciones públicas, sector privado y sociedad civil.
El llamado fue claro: el país debe dejar de reaccionar solo después de las catástrofes y comenzar a prepararse de forma proactiva. El tiempo apremia.