RDÉ DIGITAL, VIENA.- El pianista, compositor y escritor Alfred Brendel falleció el martes a los 94 años, informó su equipo. Nació en Checoslovaquia, creció en Austria y se convirtió en uno de los músicos más influyentes del siglo XX.
Brendel alcanzó fama por sus interpretaciones de Beethoven y Schubert, aunque también exploró obras de Mozart, Haydn, Brahms y Liszt. Su estilo combinó precisión técnica, profundidad emocional y una mirada humanista.
Artista autodidacta y pensador
Nacido el 5 de julio de 1931 en Wiesenberg (hoy República Checa), se trasladó de niño a Yugoslavia y luego a Graz, Austria. Estudió piano hasta los 16 años, pero se formó mayormente de forma autodidacta. Su carrera comenzó con el repertorio de Liszt y luego se enfocó en los grandes clásicos.
Desde joven rechazó la música moderna. Prefería centrarse en obras con estructura clara y belleza emocional. En 1971 se mudó a Londres, donde entabló amistad con el director Simon Rattle.
Más que un pianista
Además de músico, Brendel fue un ensayista agudo y poeta irónico. La editorial española Acantilado, que publicó De la A a la Z de un pianista y Sobre la música, lo definió como “artista inclasificable y gran humanista”. Su próximo libro, Milagrería y escalas disonantes, verá la luz este año.
Brendel fue Doctor Honoris Causa en Oxford y Yale, y Caballero Comendador del Imperio Británico. Su fama global llegó después de los 45 años, cuando su interpretación ganó fuerza por su madurez y sensibilidad.
En sus últimos años dejó de tocar piezas exigentes por problemas de espalda, pero su legado artístico ya estaba consolidado.
Adiós a una mente brillante.
Su pareja, Maria Majno, sus hijos Irene, Dorian, Adrian, Sophie y Katharina, y sus cuatro nietos lo despiden con gratitud. Brendel dejó una huella profunda en la música y el pensamiento europeo del siglo XX.