RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo un llamado este miércoles a los gobiernos para abordar de manera urgente y decidida el creciente problema de la deuda pública mundial.
El organismo advirtió sobre un «sesgo sistemático» en las proyecciones de deuda que realizan muchos gobiernos, lo que podría llevar a niveles de deuda aún más elevados de lo esperado.
En su más reciente informe del Monitor Fiscal, el FMI estima que la deuda global alcanzará el 93.2 % del PIB en 2023, una leve mejora respecto al 93.8 % proyectado en abril. Sin embargo, el organismo advirtió que la deuda continuará aumentando a un ritmo cercano al 1 % por año, llegando al 98.7 % del PIB en 2029.
Vítor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Presupuestarios del FMI, destacó en una entrevista con EFE que «la deuda pública es muy alta» y que probablemente superará el billón de dólares este año.
También alertó que, de continuar esta tendencia, la deuda global podría superar el nivel alcanzado durante la pandemia y acercarse al 100 % del PIB a finales de la década.
El FMI subrayó que uno de los principales factores que impactarán a la economía mundial es el creciente endeudamiento de Estados Unidos, cuya deuda se estima que llegará al 122.9 % del PIB en 2024 y al 133.7 % en 2029. Gaspar señaló que las políticas fiscales de Estados Unidos tienen efectos indirectos globales, ya que influyen en los costos de financiamiento en otras economías.
El Monitor Fiscal también advirtió sobre los riesgos adicionales que podrían empeorar la situación de la deuda global, como las presiones derivadas de la transformación económica, el cambio climático, la demografía y los desafíos políticos.
En un escenario severamente adverso, la deuda global podría aumentar hasta 150 % del PIB en 2026, según un nuevo marco de evaluación de deuda en riesgo presentado por el FMI.
Gaspar enfatizó que los altos niveles de deuda restringen la capacidad de los países para financiar servicios esenciales como salud, educación e inversión pública, y limitan su capacidad para responder a crisis económicas y financieras.
Por ello, urgió a los gobiernos a tomar medidas inmediatas para controlar la deuda pública, advirtiendo que los retrasos en la acción podrían resultar «costosos y arriesgados».
