RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Distintas personalidades de la sociedad dominicana fueron reconocidas anoche por la Fundación Corripio que cada año premia a destacados hombres y mujeres de ámbitos político, cultural, económico y social; así como a entidades que realizan algún aporte a la sociedad.
La entrega de los Premios de la Fundación Corripio 2024 se realizó en una solemne ceremonia, donde fueron reconocidos el doctor Pedro Pablo Paredes Vallejo, Carmen Heredia de Guerrero, Manuel Antonio García Arévalo y Guillermo Cordero.
Igualmente, el Centro Juvenil Ignaciano recibió el premio que otorga la Familia Corripio Alonso.
José Luis Corripio Estrada, presidente de la Fundación Corripio, junto a su esposa, Ana María Alonso de Corripio, sus hijos y nietos encabezó la premiación que se realizó en el Teatro Nacional.
Con el premio se reconoce la trayectoria profesional, talentos, valores y los aportes a la sociedad de los galardonados.
García Arévalo recibió el Premio Fundación Corripio en Ciencias Sociales y Jurídicas, Categoría Antropología, por sus aportes a la investigación arqueológica por 50 años, lo que ha quedado registrado en libros, ensayos y artículos académicos.
Además, por sus estudios sobre la migración española y su impacto en la cultura dominicana, su labor como docente y difusión cultural en instituciones públicas y privadas, sus publicaciones en revistas especializadas y en periódicos nacionales e internacionales.
El doctor Pedro Pablo Paredes Vallejo recibió el Premio Fundación Corripio en Ciencias Naturales y de la Salud, por sus aportes en el ámbito académico en diferentes ramas de la psiquiatría, su ejercicio profesional, tanto en el sector público, como en el privado.
También por sus investigaciones sobre el origen de los trastornos obsesivos compulsivos crónicos, entre otros, su labor gremial, en República Dominicano y en el exterior, sus publicaciones y conferencias científicas sobre neuropsicología, farmacología, entre otros.
Carmen Heredia de Guerrero recibió el Premio de la Fundación Corripio en Comunicación, en la categoría Periodismo Cultural, por su labor periodística en el ámbito cultural por sus artículos, análisis y comentarios de espectáculos musicales, teatrales y de danza, muchos con intención didáctico que han contribuido a orientar a la población y a promover el trabajo de los artistas.
Guillermo Cordero fue galardonado con el Premio Fundación Corripio en Arte, Teatro, dirección, por su labor como productor y director teatral, con obras dramáticas de elevado nivel y proyección universal, “revelando a través de los años sus indudables dotes creadoras en la conducción de diversos elencos, y sus innovadoras propuestas artísticas en los escenarios nacionales”.
El Centro Juvenil Ignaciano, recibió el Premio Familia Corripio Alonso, por apoyar a jóvenes de la comunidad, en desarrollo humano y espiritual, “basada en sólidos principios y valores cristianos inspirados en el ideal ignaciano, para fomentar su integración familiar y social”.
Los premiados recibieron una estatuilla conmemorativa, un diploma de reconocimiento y una dotación económica de RD$1.0 millón.
En el acto hablaron Rodrigo González Corripio, Juan Daniel Balcácer, Manuel García Arévalo y José Alcántara Almánzar, quien ponderó la labor de la fundación y sus aportes.
Juan Daniel Balcácer, miembro de la Fundación Corripio, resaltó la extensa labor y aportes a la cultura dominicana de los Premios creados hace 38 años.
“Los primeros escritores que recibieron el Premio Nacional de Literatura en su primer año fueron Joaquín Balaguer y Juan Bosch, en 1991 fue declarado desierto y en 1992 resultó galardonado el poeta Manuel del Cabral. Desde entonces, el Premio Nacional de Literatura ha sido otorgado anualmente a consagrados escritores dominicanos exponentes de diversos géneros literarios”.
García Arévalo habló en nombre de los premiados y resaltó los aportes de la familia Corripio.
“La Fundación Corripio, gestada por una familia de empresarios hispano-dominicanos de origen asturiano, viene aplicando desde hace décadas los principios de solidaridad social y responsabilidad corporativa, mediante un generoso desprendimiento en el plano del mecenazgo oportuno y fecundo. Realizando esta tarea filantrópica con ejemplar humildad y estricto sentido comunitario, consciente de que se trata de un ejercicio diferenciador relevante en el perfil de las empresas”.
La actividad contó con la presencia del embajador de España, Antonio Pérez-Hernández, la ministra de Cultura, Milagros Germán y de los directores de la DGII, Luis Valdez, y de la Biblioteca Nacional, Rafael Peralta Romero. Articulo publicado en el Listín Diario.