RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– El presidente Luis Abinader instó este jueves a establecer un comercio bilateral regulado entre República Dominicana y Haití, al señalar que el intercambio económico entre ambos países, aunque históricamente significativo, ha estado marcado por la informalidad, el contrabando y la ausencia de mecanismos claros de control.
Durante su intervención en una sesión del Consejo Económico y Social (CES), celebrada en la Biblioteca Pedro Henríquez Ureña, el mandatario planteó que es momento de transformar la relación comercial en la frontera para que se convierta en una herramienta de desarrollo conjunto y estabilidad regional.
“El consejo tiene hoy la oportunidad histórica de abrir un diálogo franco sobre cómo institucionalizar un comercio bilateral seguro, transparente y beneficioso para ambas naciones. Urge diseñar mecanismos que eliminen las prácticas ilegales y fortalezcan los canales formales de intercambio”, señaló Abinader ante representantes del gobierno, sectores empresariales, laborales y sociales.
Prácticas distorsionan comercio bilateral
El presidente subrayó la necesidad de atacar de raíz las prácticas que han distorsionado el comercio en la zona fronteriza, incluyendo el tráfico ilegal de mercancías y personas.
En su visión, la formalización del comercio no solo impulsaría el desarrollo económico, sino que también contribuiría a la seguridad nacional y a una mejor gestión migratoria.
“Dignificar la vida en la frontera es fortalecer nuestro primer bastión de defensa nacional”, afirmó Abinader, en alusión al impacto que tendría el desarrollo sostenible en la zona limítrofe.
También hizo un llamado a construir la paz “desde la equidad y el desarrollo”, reiterando que el diálogo con Haití debe basarse en principios de respeto mutuo y cooperación.
Las declaraciones se producen en el marco de un diálogo nacional más amplio sobre la crisis haitiana y su impacto en República Dominicana, en el cual también participan los expresidentes Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina, además de diversos sectores sociales.
La formalización del comercio bilateral ha sido una demanda recurrente de organizaciones empresariales y autoridades locales en la frontera, quienes han alertado sobre los efectos del comercio informal en la recaudación fiscal, la competencia leal y la seguridad en la región.