RDÉ DIGITAL, MADRID.-El Gobierno español ha accedido a incluir en el orden del día de la próxima Conferencia de Presidentes todos los puntos solicitados por el Partido Popular (PP), desactivando así la amenaza de boicot por parte de las comunidades autónomas gobernadas por este partido. La ministra portavoz, Pilar Alegría, anunció que se incorporarán “hasta la última coma” de las peticiones del PP, que abarcan temas como la reforma de la financiación autonómica, el control de fronteras, la reforma del Poder Judicial, la vivienda, la educación y la sanidad.
La decisión del Ejecutivo llega tras las advertencias del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien había calificado la conferencia de “ilegalmente convocada” si no se aceptaban las demandas de las comunidades populares. Con el orden del día acordado, los presidentes autonómicos del PP han confirmado su asistencia a la reunión, que se celebrará el viernes en Barcelona.
Fuentes del Gobierno han explicado que las peticiones de las comunidades del PP se incluyen en aplicación del Reglamento de la Conferencia y que se hace después de haber intentado convencerlos de que ya no era operativo cambiar el orden del día.
Los ocho temas que el Gobierno prevé que conformen finalmente el orden del día de la cumbre autonómica de la capital catalana serán los exigidos por los presidentes populares en la carta que enviaron ayer por la tarde al Ministerio de Política Territorial, más los que propusieron otras comunidades y ya estaban incluidos en el listado que presentó el viernes pasado al Comité preparatorio de la Conferencia el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.
Sin embargo, la inclusión de una amplia agenda plantea desafíos para alcanzar consensos efectivos. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha instado al PP a dejar de poner “excusas” con el orden del día, mientras que el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha advertido que los barones populares no acudirán a la conferencia “a decir, ‘Sí, bwana'”.
La Conferencia de Presidentes se presenta como una oportunidad para abordar cuestiones clave que afectan a las comunidades autónomas, pero también como un escenario de tensión política entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. “El Gobierno acepta debatir todos los temas propuestos por el PP en la Conferencia de Presidentes”