RDÉ DIGITAL, HAITÍ.– El Gobierno de Haití expresó este jueves su preocupación tras la promulgación de un decreto por parte del presidente estadounidense Donald Trump, que restringe el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de doce países, incluido Haití, por motivos de seguridad nacional.
En una declaración oficial publicada en su página de Facebook, el Ministerio de Asuntos Exteriores haitiano aseguró que “toma nota” de la decisión de la Administración estadounidense y subrayó que está consciente de las implicaciones que esta medida puede tener para las familias haitianas dentro y fuera del país.
La prohibición total de entrada, que entrará en vigor el próximo lunes, se aplicará a ciudadanos haitianos, salvo algunas excepciones como residentes permanentes legales, titulares de visados emitidos antes de la entrada en vigor, diplomáticos, personal de organizaciones internacionales y casos humanitarios específicos, como niños adoptados por familias estadounidenses.
En el comunicado, la Cancillería haitiana recordó que la medida se produce en un momento en que el país enfrenta una aguda crisis de seguridad interna.
“El Gobierno se esfuerza, con apoyo internacional, por combatir la inseguridad y reforzar el control de sus fronteras”, afirmó el ministerio, en alusión a las recientes operaciones contra bandas armadas, que han sido oficialmente clasificadas como grupos terroristas.
Las autoridades haitianas señalaron además su disposición a mantener el diálogo con Washington en materia migratoria y de seguridad, en el marco de los compromisos asumidos en la Declaración de Los Ángeles sobre migración ordenada, adoptada en 2022 durante la IX Cumbre de las Américas.
La decisión del Gobierno estadounidense ha generado reacciones mixtas en la región.
“Política puede agravar situación de Haití”
Diversos organismos humanitarios han advertido que esta política puede agravar la situación de miles de haitianos que buscan protección o reagrupamiento familiar en Estados Unidos.
Según cifras de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), la violencia vinculada a las bandas armadas ha dejado más de 1.600 muertos y cerca de 600 heridos solo en los primeros tres meses de este año.
Puerto Príncipe y sus alrededores permanecen bajo el control parcial o total de estos grupos, lo que ha provocado desplazamientos internos masivos y ha debilitado aún más la capacidad operativa del Estado.
Pese a este contexto, el Gobierno haitiano ha reiterado su voluntad de colaborar con sus socios internacionales para encontrar soluciones duraderas y mitigar el impacto de esta nueva política migratoria.
“El respeto a la soberanía de las decisiones extranjeras no nos exime de trabajar por una estabilidad interna que permita proteger a nuestros ciudadanos y reconstruir la confianza internacional”, concluye el comunicado oficial.
