RDÉ DIGITAL, HAITÍ (AP).- Mientras los líderes mundiales debaten en las Naciones Unidas esta semana cómo enfrentar la crisis de seguridad en Haití, los haitianos muestran escepticismo ante la posibilidad de que una respuesta internacional logre detener la violencia que ha devastado al país desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.
Hasta el momento, el despliegue de una fuerza respaldada por la ONU, compuesta por 400 policías de Kenia y unos 24 agentes jamaicanos, no ha logrado frenar a las pandillas que controlan gran parte del país, incluidas amplias zonas de la capital, Puerto Príncipe, donde se estima que el 80% del territorio está bajo su dominio.
Los líderes internacionales han discutido sobre los próximos pasos para restaurar el orden en Haití. Sin embargo, la posibilidad de enviar una misión de paz de la ONU ha sido polémica, debido a los abusos y el brote de cólera que marcaron la última intervención de Naciones Unidas en el país.
Kenia ha evitado estas tensiones con su despliegue actual, pero su presidente, William Ruto, en una reciente visita a Haití, expresó su disposición a convertir esta operación en una misión de paz de la ONU más amplia si así lo decidiera el Consejo de Seguridad.
Ruto destacó los logros de las fuerzas kenianas, aunque un informe de la ONU señala que la violencia sigue extendiéndose y que la policía haitiana carece de los recursos necesarios para enfrentar a las pandillas.
Ante la brutalidad de la violencia, algunos haitianos han recurrido a organizar grupos de vigilantes para defenderse. Sin embargo, la desilusión es generalizada. Mario Canteve, un comerciante de 39 años en Puerto Príncipe, expresó su desesperanza: “Nadie vendrá a salvar a Haití. Nada está cambiando”.
El escepticismo también se extiende a misiones anteriores de la ONU en el país. Moise Jean-Pierre, un profesor de 50 años, consideró los esfuerzos internacionales como una “pérdida de tiempo”. “No sería la primera vez que tengamos misiones de la ONU en Haití”, señaló. “¿Qué diferencia habrá?”.
Mientras tanto, el gobierno de Kenia ha prometido 600 agentes adicionales y la misión internacional podría expandirse a 2,500 efectivos, con el apoyo de otros países como Bahamas, Bangladesh, Barbados, Benin y Chad. Sin embargo, aún no se ha determinado cuándo se concretará este refuerzo, y los haitianos siguen esperando soluciones tangibles frente a la crisis que los envuelve.