RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El 15 de julio de 1876 marcó el fallecimiento de Juan Pablo Duarte en la ciudad de Caracas, Venezuela, un evento que dejó un profundo impacto en la historia dominicana y latinoamericana.
Duarte, nacido el 26 de enero de 1813 en Santo Domingo, es reconocido como el ideólogo y uno de los padres fundadores de la República Dominicana, cuya vida estuvo marcada por un ferviente activismo político, educativo y cultural.
Desde temprana edad, Duarte demostró un interés excepcional por el aprendizaje, recibiendo una educación que abarcó diversos idiomas y disciplinas académicas. Sus primeras lecciones las recibió de sus padres, Manuela Diez y Juan José Duarte, quienes sentaron las bases de su desarrollo intelectual. Más tarde, su educación se amplió con estudios en filosofía y derecho romano bajo la tutela del doctor Juan Vicente Troncoso.
A los 15 años, Duarte fue enviado al extranjero, donde continuó sus estudios y dominó el latín, portugués, francés, inglés y alemán.
Este dominio lingüístico no solo enriqueció su conocimiento personal, sino que también le permitió acceder a ideas y corrientes intelectuales que influirían profundamente en su pensamiento y en su visión para la futura República Dominicana.
En 1838, a los 25 años de edad, fundó la sociedad secreta La Trinitaria, junto con un grupo de jóvenes comprometidos con la independencia de la isla. Esta organización clandestina jugaría un papel crucial en la gesta independentista dominicana, estableciendo los cimientos para la ruptura con el dominio haitiano y la posterior proclamación de la independencia en 1844.
Además de su labor como patriota y revolucionario, Duarte se destacó como educador y literato. Es considerado uno de los precursores de la literatura dominicana, siendo un traductor prolífico del francés al español y un defensor apasionado del uso del idioma vernáculo en la literatura y la educación.
Sin embargo, los últimos años de la vida de Duarte estuvieron marcados por la adversidad y el exilio. A pesar de sus contribuciones monumentales a la independencia y al pensamiento nacional dominicano, vivió en la pobreza y el olvido durante sus últimos días. Murió el 15 de julio de 1876, en medio de una «larga y penosa enfermedad e inenarrables sufrimientos morales», como lo describe el historiador Juan Daniel Balcácer.
La noticia de su muerte se dio a conocer a través del Diario de Avisos de Caracas, que anunció su fallecimiento y convocó a sus amigos y familiares a la inhumación al día siguiente en la Iglesia de Santa Rosalía.
Aunque en vida no fue ampliamente reconocido ni celebrado como el «padre de la Patria» que más tarde se convertiría, Juan Pablo Duarte es hoy recordado como una figura central en la historia dominicana y un símbolo de la lucha por la libertad y la independencia nacional.
