RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Esta noche, el Teatro Nacional Eduardo Brito abre sus puertas para recibir por primera vez en República Dominicana el espectáculo internacional “Celia Cruz: el musical”, un tributo escénico a la legendaria Guarachera de Cuba, en el marco del centenario de su nacimiento.
La función tendrá lugar hoy sábado 5 de julio, en la sala Carlos Piantini, como parte de una gira internacional que conmemora el legado de la Reina de la Salsa. El evento cobra especial relevancia en suelo dominicano por la estrecha relación entre Celia Cruz y el músico Johnny Pacheco, con quien compartió escenario en la Fania All Star.
Producción con sello dominicano
La obra, que tuvo su debut en Miami, cuenta en esta ocasión con un elenco adaptado con talento local y mantiene el guion original. La cantante cubana Lucrecia interpretará a Celia Cruz en su etapa de gloria; la actriz Yelidá Díaz dará vida a la artista en su juventud, mientras que la reconocida Lidia Ariza representará a Celia en sus últimos años.
El personaje de Pedro Knight, su inseparable compañero, será interpretado por el actor Ramón Emilio Candelario, quien prometió mostrar en escena el amor inquebrantable entre ambos artistas.
Un despliegue visual y musical
La producción estará respaldada por 12 bailarines, 16 músicos en escena y un cuerpo actoral de alto nivel. Se utilizarán recursos multimedia, proyecciones de archivo, fotografías inéditas y documentos personales, bajo la dirección de Aidita Selman y la producción general de Billy Hasbun, quien trajo el montaje tras verlo en Estados Unidos.
“Esta noche será un homenaje inolvidable a Celia Cruz. Su historia, su música y su fuerza estarán más vivas que nunca”, afirmó Selman.
Un legado que sigue inspirando
Lucrecia recordó su encuentro personal con Celia en 2001 y compartió que ha trabajado intensamente para interpretar con fidelidad su voz grave, su carisma y su singular andar. “Celia está en nuestro ADN. Está presente en todos los corazones latinos”, expresó.
La puesta en escena incluye éxitos icónicos como “Quimbara” y “La vida es un carnaval”, coreados por el público en cada presentación previa en América Latina.
