RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El proyecto de reforma fiscal propone un nuevo impuesto para las empresas de zonas francas en el país y deberán pagar un tributo del 5 % sobre los dividendos distribuidos o acreditados en el país. Este impuesto se establece como un pago único y definitivo, eximiendo a los dividendos recibidos por personas físicas o jurídicas del Impuesto sobre la Renta.
El impuesto, que sería eliminado dos años después de su entrada en vigencia, se describe como una medida transitoria en el proyecto de ley. Esto significa que será derogado automáticamente al finalizar el segundo año de implementación.
El documento también especifica que esta medida se aplicará a todas las empresas de zonas francas sin excepción, lo que incluye a las zonas francas de exportación. Esta inclusión plantea una carga adicional para estas empresas, que inicialmente se establecieron en el país debido a los bajos costos laborales y la fiscalidad favorable.
Agregar impuestos a las zonas francas de exportación, que generan importantes ingresos anuales cercanos a los 8 mil millones de dólares según cifras del Banco Central, podría afectar la estrategia de “near-shoring” que busca el Gobierno dominicano.
Esta estrategia busca atraer empresas que deseen aprovechar la tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, buscando establecerse en territorio dominicano.
El Gobierno también ha promovido los hub logísticos en las zonas francas, aprovechando la ubicación estratégica de República Dominicana en el centro del Hemisferio Norte.
Sin embargo, cabe destacar que las importaciones de maquinaria, repuestos, materias primas, insumos y equipos, necesarios para las actividades industriales en las zonas francas, siguen exentas de impuestos según el proyecto de ley.
En resumen, el nuevo impuesto propuesto para las empresas de zonas francas en República Dominicana plantea un cambio significativo en la fiscalidad de estas compañías, aunque se establece como una medida temporal que será eliminada después de dos años de su implementación.