RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El Instituto Duartiano exhortó este lunes a que el diálogo nacional sobre la crisis haitiana, convocado por el presidente Luis Abinader junto a los expresidentes Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina, se realice sin contemplar medidas que violen la Constitución o comprometan la soberanía dominicana.
El presidente de la entidad patriótica, Wilson Gómez Ramírez, subrayó que ningún documento de identidad debe ser expedido a extranjeros fuera del marco legal, recordando que esta atribución recae únicamente en las autoridades del país de origen del solicitante. Cualquier acción que contradiga este principio —advirtió— sería un atentado directo contra la soberanía nacional.
Llamado a respetar el principio de no intervención
Gómez Ramírez citó el artículo 3 de la Constitución, que consagra el principio de no intervención como norma fundamental de la política exterior dominicana. Asimismo, instó al sector empresarial a cumplir la ley en la contratación de mano de obra extranjera, especialmente en sectores como la agricultura, la construcción y el turismo.
Propuso además mejorar las condiciones laborales y los salarios para incentivar la participación de trabajadores dominicanos, y avanzar progresivamente hacia la mecanización de la producción nacional.
Exigen control fronterizo y aplicación firme de la ley
En cuanto a la situación en la frontera con Haití, el Instituto Duartiano pidió al diálogo abordar con “sinceridad y responsabilidad” la corrupción en esa zona y aplicar el régimen establecido en el artículo 10 de la Constitución, aún no implementado a cabalidad.
Gómez Ramírez reclamó una actuación firme del Ministerio Público y una postura de rectitud por parte de los tribunales, con el fin de consolidar una política real de tolerancia cero contra el tráfico ilegal de personas, mercancías y drogas.
Finalmente, consideró que esta reunión representa una oportunidad histórica para adoptar decisiones claras y patrióticas, capaces de canalizar el sentir nacional y evitar movilizaciones que, por ahora, permanecen contenidas.
La barbarie y el caos reinan por sus fueros en un Haití castigado por la violencia, los secuestros, las enfermedades, la pobreza y los desastres naturales hasta convertirlo en un pedazo del infierno en la tierra. La crisis haitiana se ha extendido desde el fusilamiento de su presidente en 2021, Jovenel Moise.
Señaló que es bueno que sepan aquí y en el exterior, que este no es un momento común, ni una crisis de las que estamos acostumbrados cuando miramos para el Oeste de nuestra isla. “Esta caótica situación ha puesto a Haití en la puerta de un desastre humanitario de gran envergadura, cuyas profundas repercusiones interpelaran sin excusa a nuestra región y al mundo”.