RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La reciente decisión del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) de fijar una tarifa de 1,900 pesos por la renovación bienal de licencias de conducir para adultos de 65 años en adelante ha generado críticas por implicar, según algunos sectores, una doble tributación para los envejecientes.
El costo de renovación por dos años es igual al de una licencia regular por cuatro años, lo cual, a juicio de críticos, impacta injustamente a este segmento de la población.
Ni la Ley 63-17 ni el reglamento de regulación establecen en sus disposiciones el precio específico para la renovación de licencias por dos años.
Sin embargo, el Intrant argumenta que el cobro es equivalente al de cualquier solicitante y que no representa una doble tributación. En el caso de las licencias de categoría 2, por ejemplo, el cobro es de 1,900 pesos tanto para mayores de 65 años por dos años de vigencia como para otros solicitantes por cuatro años.
Organizaciones y representantes de los adultos mayores han señalado que esta política no solo representa un gasto duplicado para los conductores de 65 años en adelante, sino que además viola el derecho a la igualdad establecido en el artículo 39 de la Constitución de la República Dominicana, el cual garantiza a todos los ciudadanos el mismo trato y protección ante la ley sin discriminación por edad u otras razones.
A pesar de los señalamientos, el Intrant defiende que esta normativa está respaldada en el artículo 21 del Decreto 6-19, que regula la duración de las licencias de conducir para personas mayores.
No obstante, sectores de la sociedad han solicitado una revisión de la medida para adecuar los requisitos a las capacidades de los envejecientes, en busca de un trato más equitativo y conforme a la Constitución.
