RDÉ DIGITAL, PUERTO RICO.- Jenniffer González Colón prestó juramento el jueves como gobernadora de Puerto Rico en una ceremonia que, aunque tradicionalmente efervescente, estuvo marcada por la indignación generalizada debido a los recientes apagones que afectaron la isla.
La republicana González, quien ha apoyado al presidente electo Donald Trump y pertenece al Partido Nuevo Progresista, obtuvo un histórico tercer mandato consecutivo tras ganar las elecciones del 5 de noviembre. A lo largo de su campaña, prometió estabilizar la red eléctrica de Puerto Rico, un tema crítico para la isla.
Antes del acto de juramentación en el Capitolio, González asistió a misa en la parroquia Santa Teresita de San Juan, acompañada de familiares y simpatizantes. En sus declaraciones, expresó: “¿Qué mejor que venir primero a darle gracias a Dios y a pedirle que me dé la sabiduría, la entereza y las herramientas para cumplir todo lo que le prometí al pueblo de Puerto Rico?”
Durante la misa, una manifestante, con el rostro cubierto, interrumpió para protestar contra la falta de electricidad. Posteriormente, un número creciente de manifestantes se reunió frente al Capitolio para exigir respuestas.
González anunció que nombrará a un “zar de la energía” para investigar posibles incumplimientos contractuales y estudiar la posibilidad de reemplazar a Luma Energy, empresa privada encargada de la transmisión y distribución de electricidad en Puerto Rico. Sin embargo, resaltó que ningún contrato puede ser cancelado sin la aprobación del Buró de Energía de Puerto Rico y una junta de control federal que supervisa las finanzas de la isla.
A pesar de que la electricidad se había restaurado al 98.9 % de los usuarios, aún se reportaban cortes en varias áreas. Luma Energy advirtió sobre la fragilidad del sistema, que sufrió un colapso parcial durante las celebraciones de Año Nuevo, dejando a más de 600,000 usuarios sin energía.
González, abogada de 48 años y recientemente madre de gemelos, ya es conocida por su estilo audaz, como cuando apareció en la asamblea de su partido con una tiara y brazaletes de la Mujer Maravilla, o cuando dejó una convención en un vehículo todoterreno. La nueva gobernadora venció al exgobernador Pedro Pierluisi en las primarias de su partido y obtuvo una victoria en las elecciones generales con más de 526,000 votos (41 %).
Uno de los mayores desafíos que enfrenta es la fragilidad de la red eléctrica, aunque también heredó una economía debilitada por la deuda pública de más de 70,000 millones de dólares. La Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, con más de 9,000 millones de dólares en deuda, es una de las instituciones con mayores dificultades financieras.
Además, González deberá colaborar con la junta de control federal creada en 2016, que supervisa las finanzas de la isla y la reconstrucción tras el devastador paso del huracán María en 2017. La nueva gobernadora también enfrentará la presión de crear viviendas asequibles, reducir las facturas de energía y el costo de vida, disminuir el crimen violento y fortalecer la economía, mientras miles de médicos siguen emigrando hacia el continente.
Aunque uno de sus objetivos es impulsar la estadidad para Puerto Rico, la concreción de este cambio requerirá la aprobación del Congreso y el presidente de los Estados Unidos. En las elecciones del 5 de noviembre, los votantes aprobaron la estadidad en un referéndum no vinculante con un 59%, frente al 29% que favoreció la independencia.
González enfrenta un panorama complicado, pero ha prometido dar lo mejor de sí para afrontar los retos energéticos, económicos y sociales que definen el futuro de Puerto Rico.
