RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– En el marco de la conmemoración del 64 aniversario del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo, el secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Johnny Pujols, instó a la sociedad dominicana a no bajar la guardia frente a las expresiones contemporáneas del autoritarismo, advirtiendo que el legado de Trujillo sigue latente en prácticas institucionales y sociales.
En un artículo publicado en el medio oficial del partido, Vanguardia del Pueblo, bajo el título “64 años después. En defensa de la democracia y contra el peligro que aún acecha”, Pujols planteó que la democracia es una tarea continua y no un logro definitivo.
“La democracia, más que un destino alcanzado, es una tarea permanente que se alimenta del pensamiento crítico, del pluralismo, del derecho a disentir, a asociarse, a expresarse y a vivir sin temor”, escribió.
El dirigente político advirtió sobre los peligros de dar por superadas las tendencias autoritarias, enfatizando que la fortaleza de un sistema democrático no se define únicamente por las leyes existentes, sino por la conciencia colectiva de resistirse a retrocesos.
“A Trujillo no se le ajustició para siempre; debe ser derrotado cada día”, señaló, en alusión a la persistencia de conductas que remiten al centralismo del poder o a la represión encubierta.
Pujols hizo un llamado a examinar las actitudes cotidianas de figuras públicas, servidores del Estado y dirigentes sociales, argumentando que “hay que derribar actitudes autoritarias que persisten en nuestras instituciones y, muchas veces, en nosotros mismos”.
El político también criticó las formas de autoritarismo “disfrazadas de sentido común” que, según dijo, pueden parecer razonables o necesarias, pero erosionan las bases democráticas.
“No hay dictaduras eternas, pero sí hay nostalgias del látigo que a veces se disfrazan de orden”, reflexionó.
En lugar de limitarse a condenar el pasado dictatorial, Pujols abogó por un ejercicio de memoria activa y responsable.
“No se trata solo de evitar que regrese un tirano (aunque sea ‘cool’), sino de rechazar la normalización de prácticas autoritarias, incluso cuando se presentan bajo causas nobles”, indicó.
El secretario general del PLD cerró su reflexión subrayando el deber de preservar el legado de quienes enfrentaron la tiranía en 1961: “Somos herederos de una ruptura valiente. También somos responsables de que aquella valentía no se convierta en anécdota, sino que se mantenga viva como un mandato moral”.
Las declaraciones de Pujols se suman a las voces que, en cada aniversario del 30 de mayo, declarado Día de la Libertad, insisten en la importancia de construir una democracia sólida que no tolere regresiones ni permita que los símbolos del autoritarismo se camuflen en las dinámicas del presente.
