RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- A una semana de haber asegurado su nominación como candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris ha inyectado una nueva energía en la carrera presidencial. Con mítines que han batido récords de asistencia y donaciones millonarias, Harris se perfila como una figura clave en la contienda, mientras su mayor oponente, el expresidente Donald Trump, se prepara para los debates.
En San Francisco, California, Harris fue recibida con una gran ovación por sus partidarios en un evento donde recaudó 12 millones de dólares. La vicepresidenta animó a los 700 asistentes, entre los que se encontraban importantes figuras demócratas, subrayando la importancia de movilizar a los votantes en los cerca de 80 días restantes para las elecciones. “Vamos a ganar, pero no demos nada por sentado”, advirtió Harris.
Después de asegurar los votos necesarios para la nominación, Harris ha recibido apoyos sin precedentes, incluyendo el respaldo del comité político de LULAC, la organización hispana más antigua de Estados Unidos. Este es el primer apoyo que LULAC otorga a un candidato presidencial en sus casi 100 años de historia.
El entusiasmo es tal que el presidente Joe Biden anunció que respaldará activamente la candidatura de Harris, con eventos de campaña en estados clave como Pensilvania. Biden afirmó estar dispuesto a hacer “lo que sea necesario” para garantizar que Harris derrote al expresidente Trump.
Mientras Harris y su compañero de fórmula, el gobernador de Minesota Tim Walz, recorren varios estados clave, Trump ha reducido sus apariciones públicas. En su última conferencia de prensa en Mar-a-Lago, Trump propuso tres debates con Harris, los días 4, 10 y 25 de septiembre, en lugar del debate único previsto para el 10 de septiembre en ABC.
Por su parte, JD Vance, compañero de fórmula de Trump, expresó su deseo de debatir con Walz, destacando la importancia de estos encuentros para diferenciar las campañas. Vance también apoyó la propuesta de Trump de deportar masivamente a inmigrantes indocumentados, sugeriendo que se comience con un millón de personas.
Trump, por su parte, criticó la gestión de Harris en la frontera sur, afirmando que su desempeño en ese tema será su caída definitiva en la carrera presidencial.
