RDÉ DIGITAL, PUERTO PRÍNCIPE.- Otros 200 policías de Kenia partieron hacia Haití para unirse a la misión respaldada por la ONU, que tiene como objetivo restaurar la seguridad en el país caribeño, afectado por la violencia de pandillas, informaron el martes funcionarios policiales.
Kenia ya había desplegado unos 400 agentes a finales de junio en Puerto Príncipe, la capital haitiana, como parte de un contingente total de mil policías destinados a estabilizar la nación.
Sin embargo, el compromiso del presidente William Ruto, enfrentado a protestas internas contra su gobierno, se ve obstaculizado por recursos legales persistentes en Kenia.
“La pasada noche partieron 200 agentes de policía”, confirmó un oficial a la AFP. “Deberían llegar a Haití esta mañana”, agregó. Otro alto cargo policial corroboró la información, indicando que “más agentes partirán pronto hasta completar los mil previstos”.
Kenia lidera esta misión multinacional de apoyo a la seguridad en Haití, que espera reunir un total de 2,500 efectivos. Otros países como Bangladés, Benín, Chad, Bahamas y Barbados también se unirán al contingente.
La misión, con una duración inicial de un año, fue aprobada por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en octubre, pero su implementación se retrasó debido a decisiones judiciales en Kenia a principios de año.
Un tribunal keniano declaró inconstitucional la decisión de enviar agentes al extranjero sin un acuerdo bilateral con el país receptor.
Posteriormente, el partido de oposición Thirdway Alliance Kenya presentó una querella adicional para intentar bloquear la misión.
A pesar de que Estados Unidos descartó enviar personal a Haití, ha respaldado económicamente y logísticamente a Kenia como líder de la misión.
Organizaciones como Human Rights Watch han expresado preocupaciones sobre la misión, cuestionando su financiamiento y señalando acusaciones previas contra la policía keniana por uso excesivo de la fuerza y ejecuciones extrajudiciales.
En un comunicado reciente, la policía nacional de Kenia desmintió informes sobre la muerte de siete agentes en Haití, asegurando que las fuerzas desplegadas están colaborando estrechamente con la policía local y realizando patrullajes conjuntos para mapear áreas de preocupación operativa en Puerto Príncipe.
La violencia prolongada en Haití se intensificó en febrero con ataques coordinados por grupos armados contra la capital, lo que llevó a la renuncia del entonces primer ministro Ariel Henry.
Esta situación ha afectado gravemente la seguridad alimentaria, el acceso a la ayuda humanitaria y ha dejado gran parte de la ciudad bajo el control de pandillas responsables de crímenes como asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros.