RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El actor dominicano Manuel Raposo presentó este jueves en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva la película “La Bachata de Biónico”, dirigida por Yoel Morales, que compite por el prestigioso Colón de Oro.
La cinta, concebida como un falso documental, mezcla humor ácido y drama para explorar la compleja relación entre el amor y las adicciones en un contexto caribeño hostil.
Una trama desafiante y emotiva
La historia sigue a Biónico, interpretado por Raposo, un hombre atrapado en un ciclo de drogadicción que busca rehacer su vida para ofrecer estabilidad a su prometida, quien se encuentra en rehabilitación. Con la ayuda de su amigo Calvita, Biónico enfrenta su propia lucha contra las drogas en una ciudad llena de peligros, en lo que el actor describe como “una versión ácida de Romeo y Julieta”.
“Es una película loca, con un ritmo trepidante y un lenguaje que mezcla lo crudo con lo jocoso, pero al final deja un mensaje poderoso: el amor puede ser la droga más dura y transformadora”, aseguró Raposo durante la presentación.
Un enfoque único en narrativa y técnica
Con un estilo visual marcado por tomas de cámara en mano, la película busca eliminar las barreras entre realidad y ficción, sumergiendo al espectador en la intensidad de la vida de su protagonista. Según el actor, “todo en la película vibra, está vivo. Fuimos descubriendo la historia mientras la rodábamos, lo que hizo del proceso una experiencia transformadora”.
Impacto en el festival
“La Bachata de Biónico” ha generado gran expectación en el Festival de Huelva por su enfoque narrativo transgresor y la fuerza de su propuesta visual. La obra no solo resalta el talento emergente de la República Dominicana en el cine iberoamericano, sino que también invita al público a reflexionar sobre temas universales como el amor, la redención y la lucha contra las adversidades.
Manuel Raposo calificó el proyecto como “un veneno positivo” que le permitió explorar nuevas facetas de su arte, consolidándose como una de las figuras más prometedoras del cine caribeño.
La película promete ser una de las más comentadas del certamen, una obra que, como su protagonista asegura, “no se puede contar, hay que vivirla en la gran pantalla”.