RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La diáspora dominicana ha sido una historia marcada por la valentía y la búsqueda de un futuro mejor, y el cine ha capturado esta compleja realidad a lo largo de los años. Desde los años 80, diversas películas han narrado los desafíos y triunfos de miles de dominicanos que, impulsados por la esperanza, dejaron atrás su tierra natal.
Una de las primeras producciones en retratar esta experiencia fue Un pasaje de ida (1988), dirigida por Agliberto Meléndez. Este filme pionero explora el fenómeno de la emigración ilegal hacia Estados Unidos, exponiendo las decisiones difíciles y los riesgos de ese trayecto incierto.
La experiencia migratoria dominicana no solo ha sido representada en el contexto de Estados Unidos. En Argentina, la película O+ (2023) de Bruno Musso aborda el estigma y el rechazo que enfrenta una pareja dominicana diagnosticada con VIH-SIDA en Buenos Aires.
En España, Noelí en los países (2018) dirigida por Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, sigue la historia de una actriz dominicana y su madre trabajadora doméstica, explorando las tensiones de la separación familiar.
El cine también ha capturado las dificultades del exilio en otros países como Colombia y Puerto Rico, con películas como Guayabo (2021) y Dos compadres y una yola (2017), respectivamente. Estas obras reflejan cómo la diáspora dominicana ha dejado una marca significativa en distintas regiones del mundo, presentando historias de supervivencia, adaptación y anhelo de pertenencia.
Producciones recientes como Pasaporte rojo (2023) y Orgullo de Quisqueya (2023) destacan tanto los desafíos como los éxitos de los dominicanos en el extranjero, mostrando cómo la lucha por un futuro mejor sigue siendo un tema central en la narrativa cinematográfica.
Estas películas no solo ofrecen una visión profunda sobre la diáspora, sino que también rinden homenaje a la resiliencia del pueblo dominicano, un pueblo que ha sabido adaptarse y florecer en cada rincón del mundo donde ha echado raíces.