RDÉ DIGITAL, JAPÓN.- La primavera ha llegado a Japón, marcando el inicio de una de las temporadas más esperadas del año. Desde la segunda quincena de marzo hasta principios de mayo, el país se tiñe de los delicados tonos rosados de los sakura, los emblemáticos cerezos en flor que atraen tanto a locales como a turistas de todo el mundo.
Este 2025, se estima que la primera floración de los sakura ocurrirá el 23 de marzo, y podría extenderse hasta el 10 de mayo, dependiendo de la región.
Las primeras zonas en experimentar este fenómeno natural son Kyushu y Shikoku, en el sur del país, debido al clima cálido de la primavera.
A medida que la temporada avanza, la floración se desplaza hacia el norte, alcanzando regiones montañosas como Tohoku y Hokkaido hacia finales de la temporada.
Los sakura no solo son una joya visual, sino también un símbolo de la efímera belleza de la vida. Su floración breve representa la fragilidad y transitoriedad de la existencia, un recordatorio de la naturaleza fugaz del tiempo.
Este fenómeno llena de vitalidad y dinamismo cada rincón del país, tocando profundamente tanto a los residentes como a los visitantes.
Para celebrar la llegada de la primavera y el florecimiento de los cerezos, se organizan numerosas festividades en parques y castillos, donde miles de personas se reúnen para disfrutar del espectáculo de las flores.
Entre las tradiciones culinarias que acompañan estas celebraciones se encuentra el sakura mochi, un pequeño pastel de arroz envuelto en una hoja de cerezo, considerado un manjar imprescindible durante esta temporada.
Así, la llegada de la primavera y la floración de los sakura se consolidan como una de las experiencias más emblemáticas y esperadas de Japón, una verdadera celebración de la belleza natural y la cultura japonesa.