Por Jeimy Moquete
RDÉ DIGITAL, BRASIL.-El Lago de las Tulipas, ubicado en el Jardín Botánico del municipio de Jundiaí, a 75 kilómetros de São Paulo, quedó teñido de un intenso azul eléctrico luego de que un camión que transportaba colorante sufriera un accidente y derramara su carga.
El incidente ocurrió hace dos días cuando el vehículo, que llevaba cinco tanques de 1,000 litros cada uno, colisionó en una autopista cercana. Tres de las bombonas cayeron sobre el asfalto, afectando el tránsito y hasta pintando la fachada de algunas viviendas. Las otras dos rodaron hasta el lago, vertiendo todo su contenido en el afluente del río Jundiaí, que cruza el parque más importante de la región.
El colorante, destinado a teñir hueveras de celulosa, alteró visiblemente el ecosistema. Tres gansos y dos patos, completamente teñidos de azul, fueron rescatados, mientras que decenas de otros animales aún permanecen sueltos. Algunas aves carroñeras han sido vistas alimentándose de peces muertos acumulados en las orillas del lago.
El tinte derramado estaba compuesto a base de ácido acético, un ingrediente orgánico presente en el vinagre. A diferencia del derrame de combustible ocurrido en 2019 en el mismo lago, este nuevo accidente es considerado de menor peligrosidad por las autoridades.
“Es contaminante, pero por suerte, comparado con otros productos químicos, no lo es tanto. No es el peor de los mundos, vamos a decirlo así. Es una situación que se puede contener”, declaró a EFE el coronel João Gimenez, coordinador de la Defensa Civil de Jundiaí.
Sin embargo, los expertos piden cautela. Jorge Bellix de Campos, presidente de la ONG Mata Ciliar, responsable del rescate de los animales, señaló que aún es pronto para medir el verdadero impacto del derrame, especialmente por la posible ingestión del agua contaminada por parte de aves con sistemas digestivos sensibles.
Los animales rescatados fueron sometidos a baños de desintoxicación con carbón activado. Algunos lograron eliminar el colorante, aunque otros perdieron parte de sus plumas. En el caso de los peces, muchos murieron de forma inmediata debido a la caída drástica del pH en el agua.
Además de los efectos visibles, los especialistas advierten sobre daños en microorganismos, sapos, ranas y la flora acuática. Según Bellix de Campos, “es muy difícil medir la dimensión del daño”.
La mancha azul se ha extendido y ya ha llegado a un municipio vecino. Sin embargo, según Domenico Tremaroli, gerente regional de la Compañía Ambiental del Estado de São Paulo, esa comunidad no utiliza el agua del lago para consumo humano.
Las labores de limpieza y monitoreo continúan, y se espera que en una semana el lago recupere su color y niveles normales de acidez.