RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El Gobierno enfrenta dificultades para justificar el incremento constante de las pérdidas en el sector eléctrico, particularmente en la gestión de las tres empresas distribuidoras de electricidad (Edenorte, Edesur, y EdeEste).
A pesar de que el argumento oficial se centraba en el suministro del 98% de la demanda eléctrica, una mejora respecto a la gestión anterior que implementaba apagones programados, esta estrategia ha generado un drenaje significativo en las finanzas públicas.
Con la llegada de Celso Marranzini como presidente del Consejo Unificado de las EDE (CUED), el enfoque ha comenzado a cambiar.
Durante su reciente intervención en el Almuerzo de la Cámara Americana de Comercio (AmchamDR), Marranzini reconoció que eliminar el sistema de gestión de demanda, que limitaba la oferta de energía, implicó un aumento en las pérdidas financieras de las EDE, lo que ha requerido subsidios significativos.
En 2024, el subsidio para cubrir el déficit y pérdidas de las distribuidoras eléctricas alcanzó los US$1,584.2 millones, superando las estimaciones iniciales de US$1,450 millones.
A pesar de esto, Marranzini proyecta que el subsidio podría reducirse ligeramente debido a la reintroducción de apagones programados en sectores que no pagan el servicio y las constantes averías en las redes eléctricas.
El presidente Luis Abinader calificó la comercialización de electricidad y sus implicaciones financieras como “el talón de Aquiles” de las finanzas públicas.
En respuesta, Marranzini ha diseñado un plan de reforma para mejorar la situación financiera de las distribuidoras. Este plan incluye inversiones en equipos y reparaciones de redes, la reactivación de la Procuraduría de Persecución del Fraude Eléctrico y la captación de nuevos clientes.
La meta es reducir las pérdidas de las EDE en al menos dos puntos porcentuales cada año.
En dos años, se espera adjudicar la administración de las EDE a una empresa privada, manteniendo la propiedad estatal. Además, se ajustará el valor agregado de distribución (VAD) para garantizar la sostenibilidad del sector.
Mientras tanto, la población ha comenzado a manifestar su descontento con los apagones, con protestas en diversas localidades del país.
El Gobierno sigue buscando soluciones para equilibrar la demanda eléctrica con la sostenibilidad financiera del sector.