RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– Expertos del Caribe advirtieron este jueves que la temporada de huracanes 2025 en el Atlántico podría ser más intensa de lo habitual, con una alta probabilidad de ciclones fuertes y erráticos que podrían impactar la región, según las proyecciones presentadas en el foro regional sobre perspectivas climáticas celebrado en Barbados.
Cédric Van Meerbeeck, climatólogo del Instituto Caribeño de Meteorología e Hidrología (CIMH), informó que el pronóstico preliminar indica una temporada “potencialmente intensa, pero errática”, con una estimación de 19 tormentas con nombre, de las cuales al menos nueve podrían convertirse en huracanes y cuatro alcanzarían categoría de gran intensidad.
Esta proyección supera el promedio anual de 14 tormentas y siete huracanes.
La probabilidad de que un huracán de categoría tres o superior impacte directamente el Caribe se estima en un 56 %, por encima del promedio histórico del 47 %, según cifras citadas de la Universidad Estatal de Colorado.
El polvo del Sahara, un fenómeno atmosférico que influye en la formación y comportamiento de los ciclones, será un factor determinante en la evolución de los sistemas tropicales este año. Van Meerbeeck explicó que su presencia intermitente podría contribuir a la variabilidad y dificultad para predecir la trayectoria de las tormentas.
“Lo que tenemos que recordar es que especialmente la segunda mitad de la temporada tiene más posibilidades de ser realmente activa”, advirtió el experto, en alusión al período entre agosto y octubre, históricamente el más crítico para el Caribe.
El pronóstico del CIMH se alinea con otras agencias internacionales, como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), que este jueves también anticipó una temporada por encima del promedio, con entre 13 y 19 tormentas con nombre y hasta 10 huracanes, de los cuales entre tres y cinco podrían alcanzar gran intensidad.
La temporada oficial de huracanes en el Atlántico se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre. Los meteorólogos continuarán ajustando sus proyecciones a medida que avance el año y se obtengan nuevos datos sobre las condiciones atmosféricas y oceánicas.