RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.– Este sábado arranca la Copa Oro 2025 con el partido inaugural entre México y República Dominicana en el SoFi Stadium de Los Ángeles, marcando un duelo inédito entre ambas selecciones y el inicio de un torneo que reúne a los principales equipos de la región de Concacaf.
México, dirigido por Javier ‘el Vasco’ Aguirre, llega al certamen con el objetivo claro de revalidar el título obtenido en 2023 y ampliar su legado como la selección más ganadora del torneo.
El equipo también se presenta con el impulso de haber conquistado recientemente la Liga de Naciones de la Concacaf y con la mira puesta en el Mundial de 2026, donde será anfitrión junto a Estados Unidos y Canadá.
Por su parte, República Dominicana afronta con ilusión su primera participación en una Copa Oro. Bajo el mando del argentino Marcelo Neveleff, la selección caribeña ve en el torneo una oportunidad para continuar su desarrollo futbolístico y consolidar el crecimiento que ha mostrado en los últimos años.
Su reciente goleada 5-0 sobre Dominica en las eliminatorias mundialistas, aunque insuficiente para clasificar, refleja el potencial de una escuadra aún joven, pero en crecimiento.
Neveleff, que mantiene un balance positivo desde que asumió el cargo en 2023, ha convocado a jugadores destacados como Júnior Firpo —quien volverá al Real Betis tras su paso por el Leeds United—, Mariano Díaz y Edison Azcona, entre otros.
El técnico ve esta Copa Oro como una plataforma para proyectar al fútbol dominicano a nivel internacional.
Sobre los partidos Copa Oro
México, en tanto, combina juventud y experiencia en su plantel, con nombres como Raúl Jiménez, Santiago Jiménez y Alexis Vega en la delantera, y la conducción de Edson Álvarez como capitán.
En la portería, los seleccionados incluyen a Guillermo Ochoa, Luis Malagón y Raúl Rangel. Las ausencias por lesión de Hirving Lozano y Henry Martín podrían dar espacio a nuevos protagonistas.
El partido entre México y República Dominicana forma parte del Grupo A, que también integran Surinam y Costa Rica.
Más allá del resultado, el encuentro representa un cruce entre una potencia regional consolidada y una selección emergente que busca dejar huella en su primera gran cita continental.